- Primero van tus datos personales. No pongas de título Currículum Vitae. Debes poner: teléfono, dirección, correo electrónico formal (tu nombre, nada de loverboy75@ correocaliente.com) y escolaridad.
- En la escolaridad, pon el nombre completo de la carrera: “Licenciatura en ingeniería Industrial y administración de empresas”, por ejemplo. No “Lic. En Ing”. Pon las fechas en que empezaste y terminaste la carrera. Empieza con la licenciatura o carrera técnica y si no las tienes, desde la preparatoria (no primaria ni secundaria).
- Después de los datos personales va la experiencia profesional. No escribas “experiencia laboral”. Puedes agregar un resumen profesional, pero que no pase de 5 líneas. Empieza por tu último lugar de trabajo. El tiempo que estuviste ahí, el cargo y explica cuáles eran tus funciones.
- Cuando enlistes tu experiencia, pon el año en que empezaste y en el que acabaste en cada lugar. No pongas los meses.
- Explica tus funciones, resalta tus logros y habla de cantidades. Las ventas aumentaron tanto o los costos bajaron tanto. Usar números refleja que eres orientado a resultados.
- Cuando plantees tu interés laboral o mientras describes tus funciones, olvídate de los adjetivos, si no hay nada que los explique, suenan vacíos.
- Después va la sección Personal. Aquí puedes poner otras habilidades, programas de educación continua, posgrados y cualquier conocimiento que aumente tu valor para la empresa. Las clases de flamenco y tu dominio del ajedrez no cuentan. Si vas a poner idiomas, que sea los que dominas en más de 80%.
Revísalo desde lejos. Tiene que verse ordenado y se deben distinguir claramente las secciones. Si no estudiaste Diseño Gráfico y tienes más de 15 años, ni se te ocurra poner colores, ni dibujitos. Tu CV tiene que ser sencillo, con tipografía legible y sobre fondo blanco. Ponte serio. Lleva tres copias impresas en papel de 90 gramos a la entrevista.
Ojo: poner tu foto o tu edad puede ser contraproducente y recuerda tienes 30 segundos para conquistar al reclutador