Existen muchas dudas en relación a si conviene entrenar en ayunas o no.
Existen muchas dudas en relación a si conviene entrenar en ayunas o no. El resultado de un estudio reciente efectuado en la Universidad de Northumbria en el Reino Unido, establece que si entrenas por la mañana, sin haber ingerido alimento, puedes quemar hasta 20% más grasa, que si antes comiste algo. Además de que contrario a lo que se creía antes, no experimentarás más apetito (de carbos) en el transcurso del día.
Lo que hay que considerar, para poder entrenar de esta forma y quemar grasa, es:
Si estás iniciandote en la actividad fisica, es mejor que comas algo ligero antes, ya que tu cuerpo no está acostumbrado a quemar grasa; por lo que cuando bajen tus reservas de glucógeno, puedes sentirte mal. Así que unas 8 a 12 semanas puedes comer previo (una de esta opciones):
1 puño de fresas o uvas con nueces
1 manzana o naranja con almendras
1 smoothie de proteína, con un poco de fruta, kale o espinaca o algún vegetal verde
Como en todas las cosas importantes en la vida, la clave es la congruencia y unir lo necesario para un estilo de vida fitness (fitness es verte lo mejor de acuerdo a tu edad, fenotipo y etapa de vida); hay que combinar el ejercicio con el tipo de alimentación para lograr el objetivo. Fíjate:
Si tu intención es bajar de peso y/o bajar la grasa abdominal o “el callo de la andera”:
No comas nada mientras entrenas, o sea: cero jugos, bebidas deportivas, o malteadas de proteína. Ya que tu cuerpo no usará la grasa acumulada como energía, sino lo que “te estás metiendo” que es lo más disponible para él.
Una vez terminada la sesión: alargar el tiempo en el que vuelves a comer, por lo menos entre 30 y no más de 60 minutos. Para que tu cuerpo siga “en modo quema grasa” y no interrumpa este proceso al darle una fruta o una barra proteínica recién terminado el entrenamiento ¡ya que empezará a usar eso como energía!
Posteriormente, come proteína con un carbohidrato de índice glicémico de medio a bajo , para evitar que el azúcar entre rápidamente al cuerpo y haya una mayor liberación de insulina.
Esta hormona conocida como la hormona anabólica por excelencia, FAVORECE LA ACUMULACIÓN DE AZÚCAR EN FORMA DE GRASA, en el centro del cuerpo, principalmente.
Entonces, puedes comer, post-entreno:
Por la mañana: plato mediano de frutas con 1 cucharada de avena o granola. Y un omelette con verduras.
Si entrenas por la tarde: Una ensalada con espinaca, arúgula, kale, jitomate y zanahoria, con una proteína baja en grasas (atún, pechuga de pollo, salmón o sardinas); Y acompáñala con aguacate, o aceite de oliva y semillas (chia, nueces, pistaches, semilla de girasol). Si te mueres de ganas, un poco de papa cocida, o 1 par de tortillas ¡Se vale!
Si decides apostar por algo más sustancioso, léase, sándwich o chapata, es válido siempre que el pan sea integral; y que contenga los ingredientes de la ensalada, pero poniendo atención en la cantidad de mayonesa, ésta debe venir en la mínima porción y de preferencia baja en grasas (mejor adereza con hummus o mostaza).
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