Salud
Por: Berenice Villatoro
Si sientes que no tienes energía para nada, o el sueño no te repara, es posible que te falte magnesio
Tener una vida sana es vital y no nos vamos a cansar de pedirte que busques especialistas para tener una alimentación balanceada. Pero sobre todo, que estés al pendiente de las señales de que te falta magnesio.
Pa’ empezar debes saber que el magnesio es un mineral esencial que participa en numerosas funciones del organismo, como la producción de energía, el mantenimiento de la función muscular y nerviosa, y la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
Es fundamental para la salud ósea, ya que contribuye a la absorción del calcio y al fortalecimiento de los huesos. Además, ayuda a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño, ya que influye en la relajación muscular y la función del sistema nervioso.
Una de las razones por las que debes estar al pendiente de esto, es que el magnesio tiene un papel importantísimo en la síntesis de proteínas y en la actividad enzimática lo convierte en un nutriente clave para el bienestar general.
Si te pasa que en la noche o luego de caminar te dan espasmos, corre a tu médico, ya que se ha demostrado que los niveles bajos de magnesio pueden aumentar la actividad neuromuscular, causando contracciones involuntarias.
Cero se vale estar muy tranquilo sin hacer nada si te sientes cansado todo el tiempo, los especialistas pueden ayudarte con esto, pero entiende que el magnesio participa en la producción de ATP, o adenosín trifosfato, la principal fuente de energía del cuerpo.
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El magnesio influye en el sistema nervioso y en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que regula el estado de ánimo. Su deficiencia puede estar relacionada con ansiedad, depresión e irritabilidad.
Este mineral ayuda a relajar el sistema nervioso y a regular la producción de melatonina, la hormona del sueño. Su deficiencia puede dificultar la conciliación del sueño o provocar despertares nocturnos.
Su deficiencia puede causar palpitaciones, latidos irregulares o, en casos graves, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, los bajos niveles de magnesio pueden contribuir a la aparición de arritmias y presión arterial elevada.
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