Ojos: ¿Qué hacer en caso de emergencias?

El futuro de los ojos y la oftalmogía

La mayor parte de los accidentes suceden en el hogar. Nos agarran tan desprevenidos, que a veces las reacciones que tenemos por el pánico pueden ser más dañinas que el accidente por sí mismo. Cuando estás ante un accidente que involucra los ojos, lo primero que debes hacer es mantener la calma, la cabeza “fría” para poder evaluar la situación y tomar las decisiones correctas, que siempre son las que dicta el sentido común.

Estos son los problemas comunes en los ojos:

Golpe
Un golpe con una puerta, o jugando, o en una riña ocasiona un daño proporcional a la fuerza y el objeto con el que se ejecuta. No es lo mismo un golpe con el puño que con el pie o con un objeto como una piedra, un bat, o una bala de “Gotcha”. Verifica primero si el ojo ve. Si hay sangre, apártala con un lienzo o una camisa y trata de identificar el origen. Cubre el ojo sin presionarlo y acude a un centro de urgencias. A veces los párpados están muy hinchados y no permiten ver el ojo. No trates de forzar abrir los párpados para verlo. Cubre y corre al hospital.

Cuerpo extraño
Si algo se introduce al ojo como una basura, una hoja, un insecto o una pestaña, lava con agua, de preferencia de garrafón. Si tienes en tu botiquín una jeringa, quítale la aguja y aplica un chorro de agua directa al ojo, y espera un par de minutos, verifica que la sensación de cuerpo extraño haya desaparecido. Muchas veces el cuerpo extraño se aloja en el fondo de los párpados, o se incrusta en la córnea, y es materialmente imposible desalojarlo solo con agua. Si el objeto que se incrusta es indispensable que lo retire un oftalmólogo, no hay más.

La importancia de las pestañas

Baja de visión súbita
Algunos pacientes piensan que es normal que les baje la visión 20, 30, 50 por ciento o más, y se toman su tiempo para acudir a consulta cuando esto sucede. En miopes, por ejemplo, una baja repentina de visión, es un síntoma muy sugerente de un desgarro o desprendimiento de retina; en diabéticos es un síntoma que puede indicar una hemorragia de la retina; en hipertensos sugiere la obstrucción de una vena o una arteria de la retina. Mientras más tiempo pase, menor posibilidad de recuperación tendrás. Si tienes baja de visión, no te lo pienses más de dos minutos, acude de inmediato por ayuda.

Dolor
Igual que con la baja de visión, el dolor no es algo normal. Es un síntoma universal de que algo no está bien. En la mayoría de los casos cuando duele un ojo, se relaciona a dolor de cabeza, en específico con migraña, pero esto es común en mujeres jóvenes. El dolor en pacientes con antecedentes de glaucoma o diabéticos, es más bien indicativo que algo no está bien con el drenaje del ojo y la presión interna podría estar subiendo. Dolor que no se quita de inmediato con un analgésico convencional es motivo de consulta pronta. El dolor puede ser tan intenso, que imposibilite dormir y ocasiones, inclusive ocasione vómito. Suficiente para acudir a consulta ¿no?

Ácidos o álcalis
Si pasas por donde hay cal, amoniaco, sosa cáustica, o cualquier sustancia corrosiva y te cae en los ojos, debes lavarlos por lo menos durante treinta minutos con agua, de ser posible, a chorro, en estos casos puede ser inclusive directo de una manguera. El mayor tiempo que permanezcan las sustancias sobre la córnea y la conjuntiva, mayor daño causarán. Acude inmediatamente después de lavar con un oftalmólogo para que haga una revisión exhaustiva de los ojos.

Son pocas las urgencias de los ojos, pero son muy delicadas, permanece atento a lo que les suceda y actúa de inmediato si tienes alguno de estos síntomas.

¡Nos vemos en una semana!