Mitos sobre la diabetes

Que no te digan, que no te cuenten. Estos son los mitos más comunes sobre la diabetes explicados por la Federación Mexicana de Diabetes.

Que si el susto, el terror o algo similar provocan diabetes, no es verdad. Puede pasar que una persona ya tenga esta enfermedad y no lo sepa, y al tener un susto fuerte o emociones inesperadas, manifiestan los síntomas clínicos de esta enfermedad.

Algunos son:

– Orinar con mayor frecuencia
– Aumento de fatiga y debilidad
– Visión borrosa
– Hormigueo o adormecimiento en pies y manos
– Pérdida de peso inexplicable

A pesar de ser un mito la manifestación de la enfermedad a partir de un susto, el detectar alguno de estos síntomas, es una oportunidad para realizarse las pruebas que determinarán si se tiene el padecimiento para empezar a tratarlo.

Otros de los mitos relacionados con el origen de la diabetes, de acuerdo con la especialista son:

– El nopal cura la diabetes. En realidad, no existe ningún medicamento que cure la diabetes. El nopal es rico en fibra por lo que disminuye los niveles de glucosa, pero no elimina el padecimiento.

– La insulina inyectada causa ceguera. Lo único que puede producir ceguera es un mal control de la diabetes, por eso es importante un constante automonitoreo de niveles de glucosa.

– La diabetes se cura. La diabetes no se cura, es una enfermedad crónico- degenerativa; puedes controlarla a través de una alimentación sana y variada, realizar actividad física constante, tomar tu medicamento de la forma que te lo prescribieron e hidratarte a través de agua natural.

– Las personas que viven con diabetes no pueden consumir fruta. Sí pueden consumir frutas, estas contienen fibra, vitaminas y minerales. Si contienen azúcar llamada fructosa, pero la clave, al igual que con cualquier otro alimento, es la moderación.

Algunos de los malos hábitos considerados como factores de riesgo, realidades y causas de la diabetes de acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, (FMD) son: la obesidad o sobrepeso, la mala alimentación, fumar, colesterol alto, estrés, sedentarismo, consumo excesivo de alcohol, hipertensión y falta de sueño.

*Con información de METCO®

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