Hoy, sabemos que debemos lavar nuestra piel todos los días. Que es súper importante desmaquillarnos antes de dormir. Que debemos tener cuidado con los productos que ponemos en nuestra piel. Y, en general, invertimos tiempo y dinero para que la piel de nuestra cara se vea lo mejor posible. Sin embargo, puede que haya algo, que se te está escapando y no permite que tu piel este en su mejor versión: ¡lavar tus brochas de maquillaje! Sí, debes lavarlas igual que lavas la piel.
Aunque parezca de flojera, lavar tus brochas de maquillaje es importantísimo, pues de lo contrario tendrás consecuencias fatales. A continuación te decimos cuáles son:
- Tus poros pueden obstruirse: cuando no se lavan las brochas de maquillaje lo suficiente, se propaga la suciedad y las bacterias del rostro al maquillaje y luego de vuelta al rostro.
- Podrías contraer una infección por estafilococos o conjuntivitis: con el uso diario, las brochas de maquillaje pueden acumular células muertas de la piel, suciedad, aceite, contaminación y bacterias. Estas incluyen estafilococos, estreptococos y e coli, hongos y virus.
- Tu maquillaje se verá peor: no importa cuánto inviertas en la calidad de tu maquillaje, si tus brochas están sucias, la aplicación siempre se verá mal.
- Tu piel puede irritarse: cuando se acumulan todas esas bacterias y mugre, las cerdas de las brochas se vuelven más rígidas lo que realmente puede irritar tu piel. Y la piel con imperfecciones solo necesita más maquillaje para igualarla, y este no es un ciclo en el que quieras entrar.
- Desperdicias tu dinero: cuando las brochas están bien cuidadas duran más, así de simple. Así que no tires el dinero que invertiste en tus brochas: ¡mantenlas limpias!
- Puedes sacarte las pestañas: Enchinar las pestañas hace una gran diferencia, pero si tu rizador de pestañas está lleno de rímel y grumoso, fácilmente podrá sacarte algunas pestañas.
- Te arriesgas a tener más arrugas: otro mal hábito que conduce a las arrugas. Las brochas de maquillaje sucias pueden exponer la piel al estrés oxidativo de los radicales libres, provocando la descomposición del colágeno y la elastina y resultando en un envejecimiento prematuro.