Cómo evitar las perrillas

Tres recomendaciones básicas para evitar y controlar las perrillas.

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Para escribir esta nota, me fui al Diccionario de la Real Academia de la Lengua con mi útil smartphone. Tecleé “perrilla”. Con frecuencia los diccionarios dejan más preguntas que respuestas, y esta no fue la excepción. La respuesta: “Quizá de perlilla “perla pequeña”” Acompañada de la única acepción. “1. F. Méx. Orzuelo”. Para un oftalmólogo queda claro que son sinónimos; para el resto el enigma permanece irresuelto.

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La perrilla, cuyo nombre correcto es orzuelo, es la primera causa de consulta. Es una infección de las glándulas que producen grasa.

Si leyeron mi colaboración anterior, una de las causas más frecuentes en las mujeres es que utilizan el delineador detrás de las pestañas, obstruyendo la salida de grasa de las glándulas y provocando, tarde que temprano, el citado orzuelo, la infame perrilla.

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La “sabiduría” popular de nuestras abuelitas dice que, las perrillas salen por tres causas muy concretas: Mirar una pareja de perros cooperando; ver un escote o pornografía.

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Por eso te doy tres recomendaciones que puedes hacer cuando tengas un orzuelo antes de ir al oftalmólogo:

1. Fomento con agua caliente por cinco minutos dos veces al día.
Mejora la circulación en la lesión y ayuda a desinflamar el tejido.

2. Masaje
Con un cotonete haz un masaje gentil sobre la zona inflamada, puedes sentir un poco de dolor. Incluso podría romperse el saco de pus y drenar con un poco de sangre. Limpia bien con un paño húmedo.

3. Lava tus pestañas con un shampoo para bebé
Esto ayuda a que los parpados estén siempre limpios, no acumulen grasa y así evitas que se presenten los orzuelos en forma recurrente.

El orzuelo puede tardar en curar dos o tres semanas y necesita tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios. Por lo que después de hacer tu tratamiento de urgencia para quitar el dolor, acude a un oftalmólogo para que te recete lo conducente. Y, por favor, ya no estés de mirón.

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