Comer postre diario, ¿engorda?

¿Qué tan malo es comer algo dulce todos los días?

Para muchos de nosotros ¡nada más delicioso que comerte un pastelito, helado o algo duuuulce después de comer! Es como la cereza del pastel -tal cual-. La recompensa por haber comido saludable, pero se nos dice que el postre es fatal y engorda muchísimo, la duda es ¿siempre es así?

Te puedo decir como nutriólogo experto en estética corporal y fitness, que el postre engorda tanto como la calidad del resto de tus comidas a lo largo del día. Es decir, si llevas una alimentación basada en un plan integral que lo contemple (y no guiada por antojos “o lo que te encuentres”) puedes comer postre diario sin que eso afecte tu peso. Pero vamos a revisar por qué si y no comerlos.

¿Cuándo no deberías comer postre?

 

Puntos relevantes para decidir comer alimentos azucarados o no:

 

1) ¡No es mismo que “lo mesmo”! Existen varios tipos de azúcares y entre más refinados están tienen índices glicémicos más altos (repostería), es decir, hacen que suban los niveles de glucosa en sangre y se libere más insulina para regularlos, lo que trae como consecuencia aumento de grasa corporal. En este grupo entra la repostería, chocolates, helados y dulces, pero SIGUE LEYENDO hay forma de comerlos sin subir de peso.

 

2) La fibra en la fruta hace que tenga un índice glicémico más bajo y sea el postre más recomendado. Al deber su sabor dulce a la fructosa, su azúcar natural que viene acompañada de fibra, es rica en fenoles, polifenoles, antioxidantes y fitoquímicos (sustancias que protegen a las células de daños que incluso podrían terminar en cáncer) que tienen efectos positivos en el cuerpo. Estas sustancias además ayudan al crecimeinto de bacterias saludables en el intestino que a su vez absorben dicha azúcar y hacen más lenta su entrada al torrente sanguíneo. Lo opuesto a los azúcares refinados que generalmente no tienen fibra.

Por ejemplo, si te comes una fruta, entrarán al torrente sanguíneo 1 ó 2 calorías por minuto; a diferencia de las 40 de una barra de chocolate, que causan picos de glucosa mucho más altos que la cantidad de calorías que tu cuerpo puede “quemar”, de acuerdo con el Dr. Joel Fuhrman, autor del libro Eat for Life.

TIP: Gracias a la fibra es que a pesar de tener las mismas o incluso más calorías, los panes y cereales integrales tiene un efecto menos dañino en el cuerpo.

3) El “gran problema” de los postres muchas veces no es solo la cantidad de calorías de azúcar y grasa que tienen, sino todas las que has comido en el resto del día. Se recomiendan máximo 6 a 9 cucharaditas de azúcar al día en promedio, mientras que el americano promedio consume alrededor de 17.

Niveles muy altos de glucosa en sangre generan resistencia a la leptina, una hormona que le dice a tu cerebro cuándo estás lleno o satisfecho. Y la consecuencia es que tu cuerpo ¡no se siente “lleno” y quiere seguir comiendo!

4) ¡Entre más dulce comes, más dulce quieres y necesitas! Te haces adicto al sabor dulce. Ese es uno de los problemas de los edulcorantes, que aunque efectivamente no tienen calorías, el cerebro al detectar la sensación de dulce en el paladar, libera insulina, y tú sigues acostumbrado a dicho sabor. Cuando lo ideal es que cada vez “necesites menos” dulce en los alimentos.

 

¿Qué postres comer y cómo hacerlo?

 

  1. En la variedad está el gusto ¡Date chance de comer un postre! Solo no diario del mismo tipo, es decir ¡no diario pastel de chocolate! Altérnalo con otras opciones más saludables (recomendaciones más abajo). Lo mejor es una fruta incluso con un poco de crema o yogurt.
  2. La ventaja de comer lo dulce al momento del postre es que previamente debiste haber comido algo nutritivo (proteína magra y vegetales) y como consecuencia el efecto glicémico de éste baja; a diferencia de si a media mañana te metes una bolsa de donas, galletas o un brownie.
  1. Al menos 3 veces por semana, come fruta como postre: no solo una manzana o fruta picada, podrías combinar un par y agregarles un puñito de nueces, yogur o incluso un poco de helado de vainilla.
  2. Un par de veces por semana se vale darte un cuadrito o barrita (20g, tipo la Charles 5th chica) de chocolate oscuro o amargo 70% cacao. Hay estudios que establecen que el chocolate amargo puede ayudar a reducir la presión arterial. Se cree que esto se debe a que el chocolate es una buena fuente de cacao que está repleta de un antioxidante que actúa como antinflamatorio y protege el sistema inmune.
  3. SI comes postre piénsalo como EL CIERRE a los azúcares el resto del día, eso incluye cenar pan o galletas de trigo. Te ayudará a que no tengas más antojo de alimentos dulces el resto del día.

Una investigación en la Universidad de Tel Aviv observó la dieta de 200 personas: la mitad consumía desayunos de 600 calorías que incluían galletas, panqueques, tortas e incluso donas. La otra mitad consumía un desayuno de 300 calorías compuesto por proteína y lácteos. El resultado fue que quienes consumían dulces tenían menos antojos y menos hambre durante el resto del día. Si bien ambos grupos perdieron peso, las personas que no se privaban de un dulce, lograron mantener el peso, mientras que los otros tuvieron tendencia a recuperarlo. La explicación que los expertos le encuentran a este fenómeno es que, de esta manera, el cuerpo almacena más energías para funcionar bien durante todo el día y no se ve tentado por los antojos a cualquier hora.

Postres recomendados

 

Ya poniéndome muy estricto, evita o come con menos frecuencia las que tienen índice glicémico mas alto como: sandía, piña, melón, papaya, plátano (entre más maduro, mayor); o las que tienen más calorías por porción como: mango, mamey y plátano de nuevo, de éstas, una pieza equivale a 2 raciones de fruta..

 

 

 

Así que si amas lo dulce, o eres de los que a media tarde o en la cena mueren por un panecito, galletas o helado ¡comer postre puede ser tu solución y en una de esas, hasta te ayuda a adelgazar! Si tienes dudas, búscame en instagram @keifitmx 

TE PUEDE INTERESAR