¿Por más que te matas en el gym nomás no logras ponerte en forma? Puedes estar cometiendo alguno de estos graaaves errores
1. Quieres tener cuadritos pasado mañana
Pero si pesas 80kg y mides 1.60, antes de pensar en “cuadritos”, tendrías que pensar en bajar de peso y tallas. Por donde lo veas es una locura. Si te pones a hacer mil abdominales diarias, vas a fortalecer los músculos de la zona pero nadie los va a ver, porque hay una generosa capa de grasa entre los músculos y la piel que los sepulta. Lo mejor es primero bajar de peso. Necesitas metas alcanzables y realistas.
2. Del sofá a la pista sin escalas
Te metes en una carrera de 10k el próximo fin de semana, pero nunca has corrido ni media cuadra. Además por lucido, lo presumes a todos en FB, pero el día de la carrera corres (ruedas o te arrastras) dos kilómetros y dices: “chin, yo estaba decidido pero eso no es para mí”. Tu siguiente carrera es a la tienda de la esquina por el six pack de cervezas. Es necesario partir de tu base física actual y de ahí planear las progresiones lógicas y posibles.
3. Modelos retocados
Según tú, el trasero de Beyoncé es pura ilusión de Photoshop. Hay personas que primero se ponen un modelo imposible de alcanzar y, como no logran parecerse en un mes de ejercicio, empiezan a criticarlo y descalificarlo. Por pura salud mental y física, no deberíamos ponernos modelos que desde el principio sabemos que son imposibles.
4. No te claves
Aferrarte a la rutina que te dieron hace ocho meses no sirve. Un buen plan de entrenamiento prepara tu cuerpo para elevar su capacidad de manera progresiva. Es como cuando aprendes a caminar. Si un bebé se sigue agarrando de la mesa de la sala seis meses después de que dio sus primeros pasos, deberías preocuparte. Pero así hay muchos en el gym. Pueden durara años o meses haciendo tres series de seis repeticiones de bench presss con el mismo peso para que según ellos les crezca el pecho. En realidad, el cuerpo se adapta en cuatro o seis semanas a laos estímulos que le pones. Más allá de ese tiempo, tienes que cambiar variables del entrenamiento como la intensidad y el volumen de trabajo. Si no, no hay progreso.
5. Los imitadores
Le copias la rutina al cuate de al lado. Cada cuerpo es diferente. Además no somos muy buenos para compararnos. Tú crees que tienes una genética igual de privilegiada que el tipo o tipa del gym que luce espectacular y decides hacer lo mismo que él. En realidad, necesitas una rutina y una dieta para tu tipo de cuerpo y tus condiciones personales.
6. Primero, huelga de hambre
Esta idea viene de algunos bariatras, que por impresionar a su cliente, le ponen una dieta de matarlo de hambre para que baje kilos en cuestión de semanas. Como va a estar mal alimentado, le piden que no haga ejercicio, pero el riesgo es que tu metabolismo se vuelva menos activo. Cuando retomas tu dieta de siempre, terminas más gordo que al principio.
7. Mismo estilo de vida
Llega el lunes y por el remordimiento de los dos kilos de barbacoa que te empacaste el domingo en la comida familiar, te propones acabar con tu barriga. Te pones a dieta y te inscribes al gym. Pero todo lo demás de tu vida se queda igual. Es mejor hacer cambio pequeños. Por ejemplo, estaciona tu coche cuatro cuadras antes de tu trabajo para caminar más. Muévete en bicicleta, échale más verduras a tu plato, antes de renunciar al pastel de chocolate.
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