Salud
Por: Berenice Villatoro
Si ya te duele la espalda como viejito, acá te dejamos 5 ejercicios para mejorar tu postura.
Es momento de cambiar la forma en que te paras, sobre todo, porque eso seguramente ya te generó un dolor de aquellos, así que ponte en marcha con estos 5 ejercicios para mejorar tu postura.
Hacer estos ejercicios va a fortalecersss los músculos profundos que estabilizan tu cuerpo, como el core, la espalda baja y los glúteos, y mejoran la movilidad de tu columna y caderas, que son clave para mantener una postura alineada y equilibrada. Además, trabajar la fuerza isométrica y la rotación controlada enseña a tu cuerpo a resistir movimientos bruscos y a moverse de manera más eficiente.
Si te mueves con estos ejercicios, lo más seguro es que se reduzcan tus tensiones, mejores el balance y te puedas mantener erguido de forma natural y sin esfuerzo. Y si andas a las prisas, siempre puedes checar opciones sentado, pero no podemos dejar de recomendarte que te tomes 15 minutitos al día para hacer estos ejercicios.
Ve y acuéstate boca arriba, con las rodillas dobladas y los pies bien plantados en el piso, mientras aprietas el abdomen y subes la cadera como si quisieras formar una línea recta desde los hombros hasta las rodillas. Peeero aquí viene lo bueno, una vez en esa posición, vas a levantar un brazo hacia el techo, bien estirado, sin que tu cadera se caiga ni te tuerzas.
Ponte en posición de perrito, manos y rodillas en el piso, y desde ahí, levanta una pierna hacia el lado, como si fueras un perrito haciendo pipí, ajá, sí, así de gráfico.
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Te acuestas boca arriba, levantas las piernas dobladas como si estuvieras sentado en una silla imaginaria, o lo que es lo mismo, coloca tus rodillas a 90°. Luego, pones las manos en tus muslos, justo arriba de las rodillas, y empujas fuerte hacia ellas mientras, al mismo tiempo, resistes ese empujón con las piernas.
Te acuestas boca arriba otra vez, con las rodillas dobladas y los pies en el piso. Juntas las piernas y las dejas caer suavecito hacia un lado, como si fueras una escoba que barre el piso, y luego al otro lado. Mientras haces esto, los hombros tienen que quedarse pegados al piso, no vale despegarse.
Párate, separa los pies a la altura de los hombros. Luego, dobla un poquito las rodillas y lleva las caderas hacia atrás como si fueras a tocar una silla imaginaria con las pompas. Mantén la espalda derechita, y mientras estás en esa posición de “bisagra”, lleva una mano al piso y gira el torso para levantar el otro brazo hacia el techo, siguiendo la mano con la mirada. Luego cambias de lado.
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Por: Berenice Villatoro