Porque no es lo mismo estar en una cocina movida con el trapo en el hombro, corriendo y gritando, que estar frente a 16 cámaras de televisión, cocinando en vivo. El Chef Oropeza nos cuenta la diferencia.
HAY QUE REAPRENDER
¡Muchas cosas! Desde cómo escribir una receta, que no es lo mismo que para un libro, revista, un recetario o algo médico. Lo primero, primero, fue tener diferentes formatos para escribir recetas. Lo siguiente es saber cómo estilizar los alimentos para que salgan bien en foto fija y de ahí cómo cuidarlos para que luzcan en un set de video. Ya sabiendo eso, también tienes que aprender cómo conducirte, cómo presentar la comida, cómo voltear a ver a las cámaras. Es un trabajo de mucho detalle. Por eso hice una especialización en Culinary Communications hace 18 años. Había diplomas que se enfocaban justo en eso y lo hice antes de aceptar participar en programas de televisión.
LET’S GO!
Me fascina la adrenalina de cocinar en vivo. Me encanta el que no tengas opción a una segunda toma o que lo que dices, así sea una burrada, se queda ahí. Me gusta ese rush que tiene que ir junto con una concentración total; es como si estuvieras meditando. Estás comprometido con lo que estás diciendo y enseñando, porque tiene que haber una secuencia lógica para que la audiencia conecte. Y ya si hay algún error, pues lo usas para mejorar a la siguiente.
SOLO O ACOMPAÑADO
Aunque me gusta estar concentrado al cien, también disfruto cuando vienen invitados participativos, ahí se puede hacer una mecánica muy agradable. Es parecido a lo que pasa cuando invitas a alguien a quien le gusta la cocina a tu casa, que se da un momento muy relajado, natural y orgánico. Y ya cuando no participan, tú haces lo tuyo y dejas que ayuden en lo que ellos se sientan cómodos.
SIN SECRETOS
Por más que existan algunos hacks, hoy en día todo tiene que ser real y al descubierto. Quien cree que todavía se
puede o debe esconder algo, se quedó en el pasado. Jamás hay que subestimar a tu audiencia. Sí necesitas pasos adelantados o swaps porque el tiempo se va muy rápido y luego no logras terminar, pero a mí me encanta poder hacerlo de principio a fin sin tener que utilizar el plato ya terminado, pero ya son como retos que uno se va poniendo. Lo que más me gusta preproducir son talking points sobre la historia, análisis nutrimental, beneficios para tu organismo o para el planeta, para que realmente le aporte a la audiencia y no nada más dejarlo en compartir una receta.
LOS MENOS FAVORITOS
Si tuviera que escoger qué platillos preparar, diría que no soy mucho de postres, sin embargo, son muy vistosos para medios. Entonces para los que requieren de hornos o procesos que llevan tiempo, ahí sí tienes que tener esos pasos siempre por adelantado. Si vas a montar claras, por ejemplo, te vas a tardar cuatro minutos y si el segmento dura eso pues no vas a lograr terminar.
HAY DE GOCES A GOCES
Aunque sea mi chamba, la cocina es algo que me fascina hacer y me sigue relajando. Si tuviera que escoger un solo escenario para hacerlo, confieso que no sería frente a todos los reflectores sino en mi casa con amigos. Ese es mi escenario ideal.
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