Dieta mediterránea

Cuando piensa en dietas, ¿viene a su mente la imagen de arroz y col cocidos al vapor? Para quienes amamos la buena comida, la sola idea de una dieta puede ponernos frenéticos, así que cuando una dieta resulta divertida, es casi seguro que será un éxito.

Una buen ejemplo es la dieta Sonoma, creada por Connie Guttersen. La dieta toma su nombre del valle de Sonoma, en California, famoso por sus vinos y estilo mediterráneo. Como consecuencia, la dieta Sonoma tiene sabor mediterráneo y permite el consumo de vino.

Sí a los frutos secos
La base de esta dieta son los llamados 10 alimentos poderosos, que se utilizan por su alto valor alimenticio y son:

1. Almendras: Además de sabrosas son una rica fuente de proteínas y grasas saludables. Da clic para saber los beneficios de las almendras.
   2. Paprika: Baja en calorías pero rica en vitaminas y sabor.
   3. Arándanos: Incluidos en muchas listas de los alimentos más nutritivos, contienen además grandes cantidades de antioxidantes.
   4. Brócoli: Rico en vitamina C y calcio.
   5. Uvas: Adicionadas con lo nutrientes contenidos también en el vino.
   6. Aceite de oliva extra virgen: Distinto a la mayoría de los aceites, este contiene antioxidantes y ayuda a reducir el colesterol.
   7. Espinacas: Contienen hierro y grandes cantidades de vitaminas y minerales.
   8. Fresas: Preferida para comerse cruda, rica en antioxidantes.
   9. Tomates: Con un alto valor alimenticio.
   10. Granos enteros: Además de proporcionar energía, regulan el metabolismo.

La dieta Sonoma se divide en tres fases. La primera es la más restrictiva, pero únicamente en sus últimos 10 días. La segunda fase aumenta el consumo de calorías en 200 a 300 y permite más alimentos y por último, la tercera fase es la de mantenimiento y se pretende que sea seguida siempre.

A diferencia de otras dietas, la Sonoma no cuenta las calorías, en su lugar se indica a sus seguidores controlar el tamaño de las porciones de comida. El desayuno se limita a la cantidad de alimento que quepa en un tazón de aproximadamente de siete pulgadas, mientras que el almuerzo y la cena se sirven en uno de nueve pulgadas.

Recuerda que antes de realizar cualquier dieta, independientemente de su “éxito”, lo recomendable es que acudas con un nutriólogo; la alimentación es personalizada y debes asesorarte siempre por los expertos en salud.