Pero hacer, conservar y preparar pasta es un arte que va más allá de seguir las instrucciones del empaque, si quieres que la pasta te salga y rinda como a un experto, sigue estos consejos

 

Escoge la correcta
Si ya tienes un platillo en mente, busca la figura de pasta que mejor combine. Por ejemplo, si vas a preparar una salsa cremosa, usa una corta y con cavidades. Además, toma en cuenta para cuántos vas a cocinar, la forma más fácil de calcular es 100 gramos por persona. La Moderna es una excelente opción porque cuenta con todo tipo de formas y tamaños.

Antes de preparar
Si no vas a usar todo el paquete, es importante que una vez abierto el empaque, guardes el resto de la pasta seca en un recipiente de vidrio con tapa. El secreto para que siempre esté fresca es que no le entre aire o humedad.

Para cocer
La fórmula para que te quede perfecta es: 1 litro de agua por cada 100 g de pasta y un poco de sal. Espera a que el agua esté hirviendo para meter la pasta y no le pongas aceite o más ingredientes, esto se hacía cuando la pasta era de harina. La de La Moderna es de sémola de trigo y no se pega, solo déjala cocinando entre 8 y 12 minutos, dependiendo la figura.

Ya cocida
Si preparaste de más o quieres guardarla para usarla otro día, solo tienes que enfriarla con agua y ponerle un poco aceite, mantequilla o margarina para que no se pegue. Guárdala en un recipiente al que no le entre aire o humedad, de preferencia de vidrio.

Para servir
La presentación es clave y los detalles hacen la diferencia. Es importante que una vez cocida no muevas tanto la pasta para que no se rompa, para que tu platillo se vea como de restaurante agrega queso parmesano recién rallado y un poco hierbas.

¿Te sobró?
Idealmente debes guardar la pasta cocida y la salsa por separado para que dure más, pero si esa ya no es una opción, guárdala en un recipiente de plástico o vidrio que quede perfectamente cerrado y protegido de la humedad. Un día en el refri no le va a hacer nada a tu pasta y, en algunos casos hasta puede ayudar a que absorba aún más el sabor de la salsa.

Experimenta
Si tienes un poco de pasta cocida que ya no vas a comer, puedes usarla para improvisar recetas e inventar nuevos platillos. Acuérdate que es súper versátil y combina casi con cualquier cosa. Puedes preparar un plato fuerte, una ensalada, sopa o un acompañamiento.