De entrada, no necesitas ser tan radical, hay cosas básicas que puedes empezar desde ya y que hacen una gran diferencia, checa:

 

El tamaño sí importa

Hay estudios que revelan que la gente come hasta un 45% más cuando las porciones son grandes y el tamaño de los platos influye en esto.

Tip: usa una taza medidora y respeta las porciones, así te aseguras de estar comiendo lo suficiente.

 

Los ingredientes hacen la diferencia

Piensa y planea cada comida. Hacerlo te da la oportunidad de sustituir algunos ingredientes por otros mucho más sanos

Tip: Si traes ganas de puré o papas fritas, sustituye la papa por camote o coliflor. Si vas a comer ensalada cambia el aderezo por una mezcla de aceite y vinagre.

 

Bájale al azúcar

21% de las calorías ingeridas durante día provienen de los líquidos como café, refrescos, jugos y bebidas endulzadas.

Tip: Toma agua natural, café o té y endulza con edulcorante, aporta de 0 a 5 calorías por porción.

 

Mejora tus snacks

Si eres de los que anda picando todo el día y tienes hambre a todas horas, puede que no estés comiendo lo suficiente o que esté pasando mucho tiempo entre cada comida fuerte.

Tip: Haz colaciones de semillas, fruta, yogurt o barras energéticas entre comidas, así te aseguras de nutrir tu cuerpo.

 

Aporta nutrientes

Puedes usar aceite de canola para cocinar —es un mito que no es saludable, de hecho contiene omega 3 y 6—, solamente mide las porciones y no frías todo en litros de aceite.

Tip: El nuevo aceite Carbonell toque de oliva además de aportar los beneficios de la canola, también está mejorado con lo mejor de la oliva: cuenta con omega 9 y vitamina E, es una opción buenísima para cocinar en caliente o frío, ayuda a mantener bajo tu nivel de colesterol y protege tu corazón.