Si no quieres tener reflujo, es necesario ingerir el último alimento tres horas antes de ir a la cama
Después de la cena tu actividad física es casi nula, lo que puede hacer que te predispongas más al sobrepeso. Otro problema que puede surgir al no cenar lo correcto es el reflujo durante la noche, lo que daña el esófago a causa de los jugos gástricos excesivos en el estómago. Sin embargo, existe el “reflujo silencioso” que no produce indigestión, sino que produce la sensación de tener la garganta seca, tos crónica y dificultad para tragar.
Para olvidarte del reflujo es necesario ingerir el último alimento tres horas antes de ir a la cama y también evitar los siguientes alimentos:
1. Alcohol. Relaja los esfínteres haciendo que la comida se regrese al esófago en vez de permanecer en el estómago.
2. Refresco. Es más ácido de lo que podríamos pensar. El ácido daña los esfínteres además de que la carbonatación aumenta la presión en el estómago.
3. Alimentos fritos. Por la noche es preferible cocinar sin mucha grasa (a la plancha, horno, microondas, hervido) y evitar todo lo frito y grasoso, pues el exceso de calorías será más difícil de digerir. La sal y las especias también dificultan las digestiones y por tanto la capacidad de conciliar el sueño.
4. Nueces. A pesar de aportar grasas buenas, por el hecho de ser grasas seguirá relajando los esfínteres. Prefiere las almendras o pistaches antes que comer nueces de la india, cacahuates o nueces de macadamia.
5. Frutas o verduras ácidas. Por contener ácido producen el mismo efecto. Algunas personas toleran algunas frutas como naranjas o manzanas, pero eso es cuestión de prueba y error. Evita cenar cítricos como la naranja, kiwi, toronja o limón, al igual que el tomate y pimiento morrón.
6. Café. La cafeína que contiene el café hace que nuestro estómago produzca más jugos gástricos, además de que no te dejará conciliar el sueño tan rápido. Si decides tomarlo, escoge el descafeinado para reducir los efectos.
Si padeces de reflujo puedes cenar cualquier cosa que sea baja en niveles de acidez como proteína magra (pechuga de pollo, pechuga de pavo, pescado asado, atún) acompañada de vegetales (alguna ensalada, verduras al vapor, nopales asados) y pocos carbohidratos, de preferencia integrales.
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