¿Integral o alto en fibra?

Aprende a diferenciar entre cada tipo de alimentos

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Cada vez encontramos en el supermercado más productos con leyendas “saludables” como los que presumen ser “ricos en fibra” o que “ayudan al buen funcionamiento digestivo”. La Organización Mundial de la Salud recomienda que en promedio, las personas adultas debemos consumir alrededor de 25 gramos de fibra diariamente, por lo que hay que fijarse bien a la hora de elegir el cereal, pan, etc. tengamos bien claro que integral, no es lo mismo que alto en fibra.

Los alimentos que son realmente integrales se obtienen a partir de los cereales enteros; es decir, se aprovechan e incluyen en su preparación todas las partes del grano. Más de la mitad de los nutrientes que aportan los cereales se encuentran en la cáscara o salvado además de la fibra. Por eso, el producto final será de color marrón y de consistencia compacta. Estos productos nos aportan infinidad de beneficios para la salud: ayudan a mejorar la disgestión, aumentar la saciedad y tener un corazón fuerte.

Sin embargo debes leer la lista de ingredientes, ya que muchos productos pueden estar etiquetados o tener leyendas de salud “engañosas” (puede ser que esté hecho con harinas refinadas o combinadas con integrales o enriquecidas, por lo que nunca será integral al 100%). En cuanto a los alimentos enriquecidos o altos en fibra, debemos hacer notar que no son sinónimo de integrales, ya que se hacen a partir de granos o harinas refinadas (sin cáscara) y después de la molienda, se les añade fibra de distintos orígenes; Por lo que los hidratos de carbono que nos aportan, no tendrán el mismo efecto en el organismo. Así es como no todo “rico en fibra” necesariamente es integral.

No lo olvides, los alimentos que naturalmente tienen un elevado contenido en fibra son: Vegetales (en un 21%), el pan o las galletas “integrales” (18%), y las frutas (16%).  ¡Y mucho ojo con las etiquetas! Para que un producto sea realmente alto en fibra, debe contener como mínimo 5-6 gramos de fibra por porción o tres gramos por cada 100 kilocalorías. Checa todo esto, para no caer en modas y trucos de marketing. Recuerda, ¡Siempre será mejor comer la versión natural a la procesada y empaquetada!

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