El metabolismo es la suma de todos los movimientos, acciones y cambios que ocurren en el cuerpo para convertir los alimentos y nutrientes en energía. Cuando algo falla en él no solo se te nota en el cuerpo, literal puedes colgar los tenis. Con estas acciones puedes echarle una mano a tu metabolismo:
- Haz ejercicio de alta intensidad. Sí cardio, pero también pesas, así aumentas tu masa muscular y quemas energía, incluso en reposo. Prueba con una clase de funcional o HIIT, que mantienen activo al metabolismo horas después del entrenamiento.
- Toma agua como si no hubiera un mañana. Se ha demostrado que hasta la más ligera deshidratación hace que el metabolismo se haga más lento.
- Come 5 veces al día. Cuando hay grandes espacios entre comidas, el metabolismo suele detenerse porque cree que entra en inanición y prefiere guardar lo que tiene. Las personas que comen en menor cantidad, pero más veces al día, tienen menos problemas de obesidad.
- Condimenta tus comidas. Incorpora especias como la pimienta cayena, la cúrcuma y el aceite de coco, que tienen sustancias químicas que le dan un boost a la tiroides que activan tu metabolismo. Empieza tu día con agua tibia con medio limón, una pizca de pimienta cayena y cúrcuma, y una cucharada de aceite de coco.
- Come proteína en cada comida. Tu cuerpo quema más calorías al digerir proteína que con cualquier otro nutriente.
- Toma té verde. Tiene cafeína y catequinas, sustancias que suben la temperatura y ayudan a quemar calorías.
- Evita las dietas de choque. Aunque te las recomiende tu mejor amiga, no son sanas, son torturas que consisten en tragar pura piña, col o jugos durante días. No te hagas eso.