¿De dónde viene tu mezcalito?

Seguramente, como buen mexicano eres un amante del mezcal pero, ¿qué tanto sabes de esta bebida ancestral?

Los registros indican que empinar el codo para disfrutar de los efectos de este elixir fue una práctica común a partir del siglo XVIII y, como bien sabemos, donde hay agave hay mezcal, pero algo muy importante es la denominación de origen.

¿Qué es esto?
Dícese de las zonas del país donde se puede producir el destilado y llamarse mezcal (en este caso), ya que cumple con normas, materias y procedimientos que los hacen merecedores de este privilegio también nombrado DOM (Denominación de origen protegida).  En el país son 9 los estados que cuentan con esta y hoy te queremos platicar de uno en especial.

¿Por qué es tan especial el mezcal de Durango?
Porque en los alrededores de Nombre de Dios, un pueblo mágico de la entidad, crece el particular agave cenizo duranguensis, que tarda entre 10 a 15 años en crecer y madurar para que de él se extraiga un mezcal de sabor inconfundible. Además de este agave tan particular, la preparación de este mezcal lo hace diferente y especial.

La también conocida como “bebida de dioses”  proveniente de Durango nos encanta por su sabor intenso, ahumado y por su fuerte aroma con notas de madera quiote. Es perfecto para degustar con la tradicional rodajita de naranja y sal de gusano que no puede faltar jamás. 

Si como a nosotros ya se te hizo agua la boca y quieres vivir la experiencia completa, existen diversos recorridos a las principales vinatas artesanales de la villa de Nombre de Dios, la cual se encuentra a tan solo 40 minutos de la capital de Durango. Ahí podrás aprender sobre los procesos, el agave, su entorno y de paso echarte unas deliciosas y tradicionales gorditas además de brindar con con tu mezcal duranguense.

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