¿Tienes fobia social?
No, no es timidez, si la pura idea de ser el centro de atención te pone a sudar, es miedo y tiene solución
La fobia social es un trastorno de ansiedad. Es tan frecuente, que se le separó del resto de las fobias y se le hizo su propio apartado. La mayoría de las veces inicia en la adolescencia y a su pico más alto se da entre los 20 y los 30 años.
La causa bioquímica es un desequilibrio en los niveles de serotonina y noradrenalina en el sistema nervioso central, sobre todo en la corteza del lóbulo frontal y de la amígdala, a misma estructura cerebral que se descontrola durante un ataque de pánico.
Cuando los neurotransmisores se producen de manera inadecuada, se da un mecanismo de “retroalimentación” de los síntomas, donde a mayor afectación en la vida cotidiana, más miedo a que te siga perjudicando. Esto genera un círculo vicioso que se repite hasta que ya no se puede controlar.
TENGO FOBIA SOCIAL SI…
- Soy incapaz de cumplir los compromisos que me exige la escuela o el trabajo por miedo a que me juzguen los demás.
- Me siento muy incómodo cuando a alguien se le ocurre pedirme que diga unas palabras en público.
- No me subo a cantar al karaoke aunque me paguen un millón de dólares.
- Si me veo obligado a enfrentar el miedo, tengo tantísimos síntomas físicos que siento que me voy a desmayar.
- Aunque me explican que lo que siento es injustificado, y que lo reconozco, no puedo evitarlo.
Respira, todo tiene solución
Si no lo atiendes, puede ser incapacitante, pero calma, la fobia social es completamente tratable, al grado de que puedes vivir tu vida tranquilo y pleno, incluso cuando hay que socializar.
Entre todas las terapias que existen, la más adecuada para este problema es la cognitiva conductista. No se trata de sentarse durante años en un diván para hablar del contenido de los sueños, es algo más concreto: el terapeuta identificará las conductas desadaptativas y las situaciones de miedo irracional para trabajar sobre los pensamientos que las causan y poder reemplazarlos.