Si respondes que sí a la mayoría de estas preguntas, te urge empezar a ponerle límites a tu familia
1. ¿Muchas veces tienes que hacer algo que se necesita porque si no nadie más lo hace?
2. ¿Vas a todos los eventos familiares, aunque no tengas ganas de ir?, ¿sientes que no puedes cambiar las tradiciones familiares?
3. ¿Te sientes obligado a seguir a toda tu familia en redes sociales, aunque te choque lo que suben?
4. ¿Te ha pasado que te meten en una discusión en un chat familiar y te orillan a escribir algo que no querías?
5. Cuando eres el anfitrión, ¿haces un plato fuerte normal, uno vegano para tu “sobrina Andrea”, otro sin nuez para tu tío Carlos y un puré de papas sencillo para tu “sobrino Chuy” que no come nada?
6. ¿Sueles ser el mediador designado cuando hay una discusión o pelea en la familia?
7. Cuando hay reuniones familiares y empieza a necear el tío que a nadie le cae bien, ¿de repente volteas y ya te dejaron solo con él?
8. Cuando alguien de tu familia se burla de ti o hace chistes enfrente de todos, ¿te ríes o lo ignoras?
9. ¿Hay alguien de tu familia que no para de forwardear memes, piolines y noticias que no te interesan, pero te da pena pedirle que pare con el spam?
10. ¿Eres la persona en la familia a la que siempre recurren para que les expliques cómo hacer algo?
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