No te angusties si tu hijo anda de aquí para allá con Paquito el elefante, no es tan malo tener amigos imaginarios
Por Diana Arreola
Muchos niños han tenido amigos imaginarios y sus papás no saben si su hijo es normal o qué c*r*j*s hacer, pero descubre por qué para nada es mala noticia
¿QUÉ SON?
Un amigo imaginario es un amigo que realmente no existe, puede ser un objeto no ficticio, como un peluche o una muñeca pero por lo general, los amigos imaginarios ni siquiera forman parte de la realidad, o sea, no es que un objeto agarre vida propia, sino que es algo que está completamente en la mente del niño.
La experiencia de tener un amigo imaginario cobra mucha fuerza en el día a día de los niños ya que juegan y hablan con ellos como si fueran reales.
¿A QUÉ EDAD APARECEN?
Un amigo imaginario suele hacer su aparición entre los tres y cuatro años de edad como parte natural del desarrollo y suele apagarse aproximadamente a los nueve años, justo antes de la pre-adolescencia (¡el horror!). En esta etapa los niños están aún consolidando la diferencia entre realidad y fantasía, por lo que su pensamiento mágico les permite traer amigos imaginarios a su presente y experimentar diversas emociones con ellos.
Pueden aparecer en varias etapas de los niños, cambiando de forma y características; puede ser de pronto un gato con características de ternura y destreza para después convertirse en un superhéroe valiente y fuerte.
Es importante tomar en cuenta que no todos los niños tienen amigos imaginarios a lo largo de su vida, pero también que no es una característica que represente algún rasgo de deterioro de la salud mental. O sea, tu hijo no está loco. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Washington y la Universidad de Oregon asegura que dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años.
Además, el estudio señala que el 70% del total de la muestra (152 niños) eran niños primogénitos o hijos únicos. Es entonces muuucho más común si tu hijo mayor le lleva varios años a sus hermanos o si tienes solo un hijo. Pero, repetimos, no es nada de qué preocuparse, aunque no todos los niños los tengan, sí forma parte del proceso natural de la infancia.
SI TIENE UN AMIGO IMAGINARIO, TU HIJO… Es súper creativo: los niños creativos suelen tener un mundo imaginario lleno de fantasía. En un futuro esto les ayudará porque pueden imaginar diferentes situaciones y conflictos, pero también estrategias de resolución de problemas. Además, como tienen conversaciones con el amigo en cuestión, pueden desarrollar habilidades lingüísticas a temprana edad.
NO TODO ES MIEL
Después de los diez años ya no es normal tener una relación emocional estrecha con un amigo imaginario
¿Y YO QUÉ HAGO?
Si tu hijo te cuenta que tiene un acompañante imaginario, evita luego decirle que eso no existe. Al contrario, pregúntale si es niño, niña, un gato, un plátano o qué es. Pregúntale cómo se llama, de qué platican y a qué juegan. Esto te puede ayudar mucho a entender los intereses de tu hijo y a conocerlo mejor. No tengas miedo de incluirlo si tu hijo te lo pide y siempre pon atención a lo que pase entre tu criatura y este personaje, y a menos que esté causando problemas o haga que tu hijo se ponga agresivo o se porte diferente a como realmente es, no hay ningún problema. Eventualmente, el amigo desaparecerá
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