¿Se te empiezan a olvidars cosas importantes? Checa estos cinco hacks para cuidar tu cerebro que te ayudarán a que este se ponga a chambear como debe.
El 22 de julio se festeja el Día Mundial del Cerebro y para conmemorarlo, la doctora Esmeralda Bastidas y María del Mar Guerra, comparten cinco hacks para cuidar tu cerebro.
Todos sabemos lo importante que es nuestro cerebro, peeero, pocos nos detenemos a cuidarlo, principalmente porque no sabemos cómo hacerlo. Existen síntomas que nos hablan de un agotamiento de nuestro cerebro que muchos pasamos por alto. Entre estos se encuentran una sensación de cansancio físico y mental que a veces no para con el descanso.
Las dificultades para dormir, adquirir nuevos aprendizajes, o retener información, así como la falta de energía y episodios ansiedad o tristeza con agotamiento, similares a los de la depresión, son otros síntomas.
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El principal responsable es el estrés, respuesta biológica de nuestro cuerpo ante un peligro inminente. El cerebro no distingue si se trata de un peligro real o exceso de trabajo y responde llenando a nuestro organismo de cortisol, hormona que nos genera la energía suficiente para el ataque o huida del peligro. El problema es que cuando este se prolonga, se mantiene en nuestro organismo oxidando todas nuestras células incluyendo las cerebrales o neuronales.
Además, en estrés continuo, el cuerpo deja de producir hormonas claves para la vitalidad física como son los estrógenos, la progesterona y la testosterona.
Frente a esta realidad les compartimos 5 hacks para cuidar tu cerebro:
La buena calidad de sueño, una respiración controlada y la risa, son formas fabulosas de controlar el estrés y cuidar nuestro cerebro. Durante el sueño se activan mecanismos que limpian al cerebro de toxinas, se reparan las neuronas y se ajusta la memoria a corto y largo plazo.
Respirar: La respiración profunda, como la que se trabaja durante la meditación, oxigena al cerebro permitiéndole un mejor funcionamiento, atención y mayor asertividad en las decisiones.
Reír: Reírnos libera neurotransmisores vinculados a la felicidad y el bienestar como la oxitocina y serotonina, y produce el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro, por sus siglas en inglés) que favorece el aprendizaje y la regeneración cerebral.
Frecuencias lumínicas: No obstante, hay ocasiones que esto no basta, pero existen tratamientos con diversas frecuencias lumínicas o sonoras que nos ayuda a reducir la tensión y controlar el estrés.
Porque pa’ entender cómo cuidar al cerebro, hay que entender cómo funciona. Checa este Consultorio moi con Eduardo Calixto, en el que nos explica de forma súper sencilla qué es lo que pasa en el cerebro para que este marche de la forma en la que tiene que hacerlo tooodo el tiempo.
El cerebro requiere nutrientes y vitaminas específicos, como el Omega 3, vitamina d3 + K2, presentes en alimentos como pescados como el salmón, el atún y las sardinas, los frutos rojos o secos y semillas, las espinacas, el huevo, el chocolate negro, el té verde y las verduras. Sin embargo, la falta de tiempo impide una buena alimentación que, sumada a la edad, reduce la asimilación de los nutrientes básicos.
Una suplementación, guiada por un médico, puede darte estos nutrientes, que deben de ser acompañados con Nicotinamida Adenina Dinucleótido (NAD), compuesto esencial para la producción de energía en las células y que juega un papel muy importante en la regulación del envejecimiento y mantiene al cerebro sano.
También existen fórmulas multivitamínicas vía intravenosa (NEODRIPS) que permiten la asimilación directa de dichos nutrientes por nuestro cerebro a través del torrente sanguíneo.
Recientes investigaciones han demostrado que nuestro estómago es literalmente nuestro segundo cerebro, pues más de 100 millones de neuronas viven en él, cuya función consiste en la regulación de la digestión gracias a la cual el cuerpo obtiene sus nutrientes esenciales.
Cuidarlo es indispensable y para ello es necesario mantener al 100% nuestra flora intestinal o microbiota, microorganismo que protegen las paredes de nuestro intestino.
Cuando esta no está al cien se genera permeabilidad intestinal y, por lo tanto, neuroinflamación, condición óptima para la aparición de enfermedades metabólicas, cardiovasculares o incluso neurodegenerativas como el Alzheimer o Parkinson.
La mejor forma de cuidar nuestra flora intestinal o microbiota es evitar el exceso de picante e irritantes, así como el consumo deprobióticos, siempre bajo la supervisión médica.
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Lo creas o no conservar la masa muscular también mantiene tu cerebro sano. Investigaciones han demostrado que mientras nos ejercitamos, los músculos liberan unas moléculas llamadas miocinas que reducen la neuroinflamación y estimula la regeneración de las neuronas, favoreciendo el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo.
Un shot de células madre vía intravenosa ayuda cañón a la regeneración de todas las células de nuestro organismo, incluyendo las neuronales. Todas las células se reproducen continuamente, pero con el tiempo se pierden más de las que se regeneran, y además se reproducen con el daño u oxidación que ya presentan.
Las nuevas células madre, al llegar al cerebro lo regeneran célula a célula, neurona a neurona favoreciendo no solo la reproducción de estas, sino también que estas tengan la calidad óptima. Se dice que el cerebro es el único órgano que se estudia a sí mismo y es, por excelencia, el único órgano que puede regenerarse.
Y ahora que ya conoces esta información, ¿qué esperas para aplicar en tu rutina estos cinco hacks para cuidar tu cerebro?
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