Fiesta suicida (por qué nos encanta el Guadalupe-Reyes)

¿Te agarra el you only live once y bebes y comes de pura alegría? ¿Por qué nos gusta dañarnos para celebrar?

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Por Ricardo Perret

 

¿Emborracharte en la cena empresarial de fin de año? ¿Darte un atracón loco, lleno de grasas y azúcares? ¿Gastarte el aguinaldo en chunches que no vas a usar? ¿Por qué nos gusta sufrir para celebrar?

Cuando celebramos dejamos salir lo emocional y permitimos que nuestros instintos guíen nuestras acciones sin ningún control. Algunos dirán que el ser humano se vuelve animal cuando celebra, pero lo cierto es que los animales no demuestran su alegría abalanzándose contra la pared.

Creemos que las alegrías suceden muy de vez en cuando y por eso nos permitimos festejarlas con “celebraciones suicidas”, porque pensamos que no se van a repetir pronto y, si ocasionan daños, tendremos tiempo para repararlos y librarnos de nuestros pecados. Esto es una mentira, porque siempre habrá algo que celebrar, y es también falta de confianza en nuestra capacidad de crear momentos dignos de festejo.

¿Libre soy?

El ser humano tiene una necesidad muy poderosa —instintiva y emocional— de celebrar, de premiarse, de asegurarse que los demás sean testigos de sus éxitos y logros. Ahí está nuestro muro de Facebook como prueba.

Tenemos una motivación inconsciente muy poderosa de sentirnos libres, sin el control y la presión de los horarios, responsabilidades y reglas del trabajo. Incluso muchos quieren liberarse de la presión y estrés que viven en su casa.

Cuando se junta la necesidad de premiarse con la de liberarse de las presiones se provoca una irracionalidad en los actos de celebración que genera daños a corto y largo plazo. Muchos sufren porque en casa les exigen dinero para mantener a la familia, pero al mismo tiempo los obligan a endeudarse en celebraciones para el bautizo de la hija, lo que eventualmente produce más escasez.

Algunos se presionan por verse bien y tienen que dedicar largas horas al gimnasio luego de atragantarse en la fiesta. Mientras que otros tantos sufren de enfermedades ocasionadas por una larga racha de fi estas desmedidas que les impiden asistir a las celebraciones que están por venir. Y tú, ¿cómo festejas?

 

  • Si tomas seis o siete copas en una sola fiesta, tienes el doble de probabilidades de morir joven que si repartes esa cantidad a lo largo de toda la semana.
  • 1 de cada 10 pesos que gasta el Gobierno Federal en salud se relaciona con enfermedades asociadas con abuso de alcohol.
  • Un pedazo de pastel tiene 1/3 de la grasa que necesitas al día como tres rebanadas

¡Disfruta cuidándote!

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