Hay una frase que delata una gran realidad: “Si tu cerebro no se la cree, tu cuerpo tampoco”
Es un hecho que los hábitos influyen en nuestro cuerpo y las emociones también nos ayudan a bajar de peso y tener un estilo de vida más saludable.
Todo está conectado: cuerpo físico y emocional.
Si llevas meses o incluso años, intentando bajar de peso comiendo sólo jugos, ensaladas, etc, pero con emociones tóxicas como:
“Nada me queda, estoy gorda, jamás bajaré de peso, ya subí otra vez”, etc. Entonces, precisamente no adelgazarás…
Emociones que te adelgazan
Martha Sánchez Navarro, directora del Centro Conciencia de salud y experta en medicina psicosomática asegura que hay emociones que te suben de peso como la culpa, enojo, estrés, odio e ira, pero también hay otras que te ayudan a adelgazar. ¡Conócelas!
1. Pensar positivo
“La mente es súper poderosa. Si todos tomáramos conciencia e la influencia que tienen en nuestra vida, cambiaríamos radicalmente”.
Y es que tener ideas constantes como “estoy gorda”, tiene un gran efecto en nosotros. ¿La razón? El cerebro no distingue si es verdad o mentira, pero el patrón tan reiterativo hace que nos la creamos y entonces si piensas que ese chocolate te subirá de peso, en efecto lo harás porque inconscientemente ya elevaste la hormona de cortisol que te provocará culpa, ansiedad y por lo tanto, sobrepeso…
2. Agradecer
Para los amantes de la psicología positiva, ser una persona agradecida te abre las puertas para que mejores cosas lleguen y se manifiesten en tu vida, por lo que si eres un ser que además de pedir, agradece cada una de las cosas que tiene, pensarás con más claridad, tomarás mejores decisiones, no vivirás desde el miedo y por lo tanto, no te autodestruirás con pensamientos negativos o bien, tus periodos de comer por impulso o estrés desaparecerán…
Sánchez Navarro, aclara que la alimentación sana sí es importante para tener una figura esbelta, pero la clave está en erradicar ideas dañinas que tienen efectos en el cuerpo, en forma de grasa, debido a que la gente le da mucho poder a la comida:
“Un ejemplo de cómo los pensamientos ejercen gran influencia en nosotros, es que si vamos a comer y hay unas donas, pizzas o algo que no sea tan saludable, la gente se lo come con culpa y dice, voy a engordar y qué crees, que sí, porque ya te estás predisponiendo a que algo ocurra y así procede”.
3. Fluir
Sé que has escuchado esto una y mil veces, pero es verdad, cuando dejas de obsesionarte con la báscula, de contar las calorías y empiezas a disfrutar de los alimentos sin culpas, notarás cómo tu peso es perfecto.
Estas emociones te ayudan a adelgazar, porque en primer lugar estás en un momento positivo en donde tienes paz contigo mismo, con la forma en que te percibes y esto tiene un impacto en la comida.
¡Ojo! No estoy diciendo que si comes un litro de helado diario o comida chatarra no subirás de peso… sino que ahora tu comida saludable, ejercicio e incluso tus postres ocasionales, tienen ya una intención de bienestar, belleza y salud.
Hazlo y cuéntame cómo te va. Te espero en mis redes sociales @DeyaCano1 y recuerda que sólo tú eres el responsable de cómo vives… Toma el control de tu vida.
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