¡Deja de hacerte la víctima!

Ya es hora de que estemos donde estemos y nos pase lo que nos pase, comencemos a hacer algo radical para salir de ese vicio espantoso y patético que se llama victimización

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Si hacemos un análisis de nuestra vida podemos identificar muchas situaciones en donde, de manera consciente o inconsciente, hemos jugado el papel de la víctima. ¿Cómo quieres que no esté hecha una cerda si en tu casa siempre hay donas?, ¿cómo no voy a venir despeinada si me levanto súper temprano?, ¿cómo no voy a estar deprimido si los coordinadores de mi empresa hacen todo menos coordinar? Y así, todo el mundo, hasta la dona es culpable d elo que no has podido lograr. Sí, ajá, todos menos tú.

La victimización es un hábito patético. Ir por la vida en el rol de la víctima, en cualquiera de los papeles que desempeñamos, hace toda la diferencia entre alcanzar objetivos o quedarse en la mediocridad. Es también la diferencia entre ricos y pobres, porque no es el entorno lo que te jode o te impulsa, es la actitud que tengas hacia este lo que puede hacerte crecer.

La victimización también es un tema cultural. En los países de primer mundo la gente no está esperando que el gobierno le resuelva la vida, su mentalidad es que hay que cumplir obligaciones para poder recibir. ¿Qué otras frases típicas escuchamos de una víctima? “Mis hijos me tienen que mantener por todo lo que les di”, “mi jefe tiene que reconocer lo que hago”, “híjole, qué mala suerte tengo para encontrarme a esta clase de gente en todos mis trabajos”. ¡Pobrecitos! No tienen control de nada de lo que les pasa en su vida.

¿Qué sienten las víctimas?

  1. Frustración al no “poder” alcanzar objetivos.
  2. Enojo cuando alguien más logra lo que hubieran querido lograr.
  3. Tristeza por no sentir que son suficientemente capaces.
  4. Estancamiento pues no saben a dónde ir.
  5. Conformismo al pensar “esto es mejor que nada”.

El único victimario eres tú, pero también eres el único que tiene el poder de cambiarlo.

Adiós víctima, hola autoconciencia.

Cuando la gente verbaliza la causa del problema en tercera persona, el probelma se va a seguir repitiendo, en cambio si se verbaliza en primera persona, se toma conciencia y responsabilidad. “Es que así me dijeron que lo hiciera y por eso salió mal” es muy diferente a decir “lo hice así, salió mal, acepto mi error”. En la escuela aprendemos que la gente más inteligente es la que nunca se equivoca, pero en la vida real podemos ver que la gente más inteligente es la que comete errores y aprende de ellos.

Otro consejo útil es deja de poner la atención en las cosas que no quieres que pasen, por ejemplo: “ningún hombre se fija en mí”. Uno obtiene las cosas en las que pone su atención; si la pones en lo gorda o fea que estás, van a seguir así. Hay que reconocer ese patrón de comportamiento y empezar a hacer algo diferente.

Cambiar la verbalización es muy importante: cuando estén victimizando por la dificultad de alcanzar un objetivo, en vez de decir “es que es muy difícil ser paciente” di “me va a llevar tiempo ser más paciente”.

Todo cambio implica decisión, valentía y disciplina, y toda elección tiene un costo de oportunidad así que, si empiezas a vivir de manera libre y autónoma en lugar de seguir asumiendo un rol de víctima, habrá costos que deberás pagar. Sería de locos pensar que obtendrás resultados diferentes haciendo lo mismo, así que toma decisiones, desarrolla una estrategia de acción y haz que suceda. No hay mayor satisfacción que la de llegar a donde ni siquiera sabías que podías llegar.

 

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