Si tenías una buena amistad de la que cada vez te sientes más lejano, necesitas saber cuándo se vale romper esta relación y poner punto final
Para mí la amistad es una de las cosas que te mantiene joven, te genera una energía de juventud que ninguna otra cosa te da. Por lo general la gente amargada, frustrada y deprimida es así, incluso teniendo pareja, porque no tiene amigos. Priorizamos el amor por encima de la amistad, pero pueden ser más pasajeros los amores que las amistades, así que hay que cuidarlas.
Dicho eso, ¡por supuesto que se vale terminar! Pero también es importante entender que las amistades cambian a lo largo de la vida. Hay amistades de diversión, hay amistades en las que se comparten intereses y luego hay amistades donde se comparten valores profundos y posturas ante la vida. Uno cambia durante la vida y a lo mejor ya no te divierte lo mismo que antes, o hay ciertos valores de la vida con los que ya no te identificas. Entonces es normal que haya ciertos distanciamientos, que ahora hablen poco por teléfono o se vean de vez en cuando.
En una amistad siempre es posible modular, acercar, enfriar, distanciar sin necesariamente romper. Pero hay etapas y momentos en los que en mi opinión definitivamente se tiene que poner fin a la relación, como cuando alguien te hace una cabronada, ahí tienes que poner punto final sí o sí. Todos nos equivocamos, pero cuando no hay un intento de reparación, cuando te hacen algo y se enojan, se ofenden o ya no puedes ni entablar una conversación, no valdría la pena recuperar esa relación y se tiene que romper y eso es cuando hay culeradas no asumidas ni reparadas. Si tu “amig@” te baja el novio, usa tu dinero y no te paga, habla mal de ti o te difama en la chamba, realmente no necesitas a esas personas en tu vida. Entonces sí, claro que es válido terminar con una amistad.
A veces se puede, pero no siempre, tener esa conversación difícil de rompimiento. Yo siempre daría la opción de poner sobre la mesa el problema, explicarlo, entender la perspectiva del otro, ver si llegamos a un camino de reparación. Y si no hay un acuerdo lo que sigue es poner distancia. ¿O quieres seguir siendo “amigo” de alguien que quebró tu confianza o abusó de tu integridad física y emocional?
Y claro que después viene un duelo porque se rompe la confianza que se tenía y es una pérdida al final del día. Pero sin importar si solo se distanciaron por cosas de la vida o realmente pasó algo, lo que importa es tu paz mental y si ese amiguito te trae más pena que felicidad, ¡dile adiós!
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