Salud mental
Por: Revista moi
Lo que te pasa, bueno o malo, es el resultado de algo que ya hiciste. No te vamos a hacer spoiler de si existe o no, pero debes de saber cómo funciona eso que para ti es good luck.
Lo que te pasa, bueno o malo, es el resultado de algo que ya hiciste. No te vamos a hacer spoiler de si existe o no, pero debes de saber cómo funciona eso que para ti es good luck. Aquí te damos algunas claves para que la buena fortuna te sonría más a menudo.
¿Alguna vez has sentido que hay personas que nacen con suerte mientras que otras parecen estar destinadas al fracaso? La suerte ha sido objeto de estudio desde la neurociencia, la psicología y hasta la astrología. Pero, ¿qué es realmente la suerte? ¿Se puede atraer? ¿O es simplemente una ilusión?
Según el enfoque neurocientífico, la suerte es meramente la interpretación que nuestro cerebro hace de ciertos eventos. La amígdala cerebral y la dopamina juegan un papel crucial en nuestra percepción de los hechos, mientras que la corteza prefrontal disminuye su actividad cuando creemos en eventos “mágicos”.
O sea, cuando pensamos que tuvimos mala suerte, en realidad estamos ignorando todo lo que nos llevó a eso. Pero si la suerte es una ilusión, ¿significa que no podemos hacer nada para mejorar nuestras probabilidades de éxito? No del todo. Aunque no podemos controlar todos los factores, sí podemos cambiar nuestra actitud y las decisiones que tomamos.
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Las personas afortunadas no esperan que la vida les entregue un golpe de suerte. Crean las condiciones para que esto ocurra. Te preguntarás, ¿cómo? Primero, sal de tu zona de confort. Si nunca te expones a nuevas experiencias, es menos probable que ocurra algo sorprendente.
Conocer gente nueva, aprender habilidades distintas y tomar pequeños riesgos aumentan la posibilidad de que surjan oportunidades inesperadas. También, mantente abierto a nuevas experiencias: La flexibilidad y la disposición a probar cosas diferentes aumentan tus probabilidades de tener mejor fortuna.
Al final, la suerte se trata de estar estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Richard Wiseman, psicólogo autor del libro The Luck Factor, demostró en sus estudios que las personas que se consideran “suertudas” son más proactivas, observadoras y dispuestas a aprovechar oportunidades.
Contrario a lo que se piensa, la intuición no es un impulso irracional, sino una forma de procesamiento rápido de información basada en experiencias pasadas. Cuando le hacemos caso, lo más probable es que la suerte se convierta en algo natural.
Por eso mismo, te aconsejamos que escuches tus corazonadas. Si algo te dice que debes tomar una oportunidad, es probable que tu cerebro esté procesando información súper relevante de manera subconsciente. Si sientes que esto es cero para ti, comienza por afinar tu intuición. La intuición se fortalece con la experiencia.
Cuantas más decisiones tomes, más aprenderás a identificar patrones y reconocer buenas oportunidades. Las personas “suertudas” suelen confiar en su intuición y tomar decisiones rápidas y acertadas. No es magia, es experiencia.
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La suerte no solo se trata de lo que ocurre, sino de cómo lo interpretamos. Las personas optimistas tienden a ver el lado positivo de las cosas, lo que les permite detectar oportunidades incluso en situaciones que se sienten como el mundo contra ti.
Para fortalecer tu lado optimista, replantea los fracasos. En lugar de verlos como señales de mala suerte, úsalos como aprendizaje. También, procura rodearte de personas positivas. La mentalidad de los demás influye en nuestra propia percepción del mundo.
Si bien la vida es impredecible, nuestra capacidad de recuperación es clave para superar los momentos difíciles y seguir adelante. Aprende a aceptar lo que no puedes controlar. No todo está en tus manos, pero sí la manera en la que respondes a los desafíos.
La resiliencia es uno de los factores más importantes para la felicidad y el éxito. No se trata de evitar los fracasos, sino de saber levantarse y seguir intentándolo. Cada obstáculo superado te hace más fuerte y más preparado para futuras oportunidades.
La astrología nos dice que la suerte está influenciada por la posición de los astros en nuestro nacimiento y los tránsitos planetarios. Sin embargo, incluso dentro de esta visión se hace énfasis en que nuestra actitud y decisiones pueden potenciar o disminuir los efectos de estas influencias cósmicas.
O sea que tu estado de consciencia tiene todo que ver con tu suerte. Tus creencias, actitud y energía personal pueden potenciar o bloquear la fortuna. Recuerda que herramientas como el Feng Shui pueden mejorar la energía del entorno. Re-acomodar el hogar y objetos personales puede generar cambios positivos en nuestra percepción y bienestar.
Al final del día, la suerte no es un fenómeno místico ni aleatorio, sino el resultado de la actitud, la preparación y la capacidad de aprovechar oportunidades. Así que asegúrate de tomar cada día con la mejor actitud, y no rendirte cuando te toca una racha de mala suerte. En vez, pregúntate, ¿cómo puedo darle la vuelta?
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