Atracón emocional: ¿Cómo dejar de comer por ansiedad?

Los seres humanos nos aferramos con todo para sentirnos bien, y cuando llegan los problemas recurrimos a cosas que no necesariamente son buenas para nuestra salud, por eso, hoy te vamos a decir cómo dejar de comer por ansiedad, porque literalmente es lo peor que puedes hacer.

Vamos a comenzar con lo que Ángeles Wolder nos ha explicado una y otra vez sobre la ansiedad, un trastorno que genera angustia y malestar, pero que además tiene respuestas un tanto autodestructivas porque pone al cerebro en modo huida. “Cuando conectamos con el miedo, el cuerpo se estresa y aparecen sensaciones corporales como la falta de aire, la opresión en el pecho o el aumento del ritmo cardíaco. Cuanto más queremos deshacernos de ellas, más se intensifican y más se agravan los síntomas”, explica Ángeles.

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A la hora de sobrepensar y estar con la ansiedad al máximo, es posible que recurras a unas papitas, o de plano te des un atracón tremendo que te deje sintiéndote más culpable que nunca.

¿Qué es un atracón de comida?

La Clínica Mayo lo considera un trastorno de tipo alimenticio compulsivo, que generalmente se detona luego de un trauma, y que puede llevar a problemas como la obesidad, diabetes e incluso hipertensión, y claro, puede tener distintos síntomas, pero generalmente incluyen los siguientes:

• Sentir que no tienes control sobre tu conducta alimentaria, por ejemplo, que no puedes parar una vez que empiezas.
• Comer a menudo cantidades mucho mayores de lo habitual en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
• Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
• Comer muy rápido durante los atracones.
• Comer hasta que estás demasiado lleno.
• Comer solo o a escondidas con frecuencia.
• Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.

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Es casi un hecho que cada cuerpo es un mundo, pero si estás usando la comida como un método de resolución de problemas, es importante que vayas con un especialista, y encuentres otra forma de calmar tu ansiedad.

¿Cómo dejar de comer por ansiedad?

Dejar de comer por ansiedad requiere una combinación de estrategias para abordar tanto la ansiedad como los hábitos alimenticios, aunque sin duda, la mejor será visitar a un terapeuta.

Desencadenantes

Es importante que uses un diario, literalmente con hojas de papel y una pluma, a la antigua, para anotar tus emociones y momentos clave, registra cuándo sientes ansiedad y qué te lleva a comer en esos momentos. ¿Es aburrimiento, estrés, soledad?

Todos tenemos patrones

Claro que cada persona suele tener hábitos y situaciones diferentes, pero de lo que se trata es que aprendamos a trabajar en esos patrones y diferenciar el hambre real de la física.

Recuerda que el hambre emocional es repentina y suele hacerte desear alimentos específicos, normalmente ricos en grasas o azúcares, mientras que la física se desarrolla gradualmente y puede satisfacerse con cualquier tipo de alimento.

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Be natural!

En lugar de recurrir a alimentos altos en azúcar o grasas, opta por snacks saludables como frutas, nueces o yogur natural, y eso sí, ponte en acción, una caminata puede cambiar tu hambre por ansiedad.

“Si es posible, camina, estírate, dobla las rodillas, trota en el lugar, estira la espalda y los brazos y trata de no doblar la espalda sobre la computadora o el teléfono celular. Respira profundamente”, explica la doctora Judith Wurtman, coautora de The Serotonin Power Diet: Eat Carbs.

Quéjate

Para la especialista, es importante que digas lo que sientes, aunque lo mejor es ir con un terapeuta, la realidad es que decirle al universo lo que está pasándote siempre es bueno. ¿Y si gritas para sacar tu ansiedad en lugar de comer?

Evitar el multitasking al comer

Si sueles comer mientras trabajas o ves televisión, es más probable que comas en exceso sin darte cuenta. Dedica tiempo solo a comer para poder controlar mejor las cantidades.

Recuerda que lo mejor es ir con un psicólogo para que resuelva esta situación, porque déjanos decirte que comer de más, o simplemente por gula, no te va a dejar nada bueno.

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