Salud mental
Por: Berenice Villatoro
Decir lo siento es la parte fácil, lo que sigue es más difícil, por eso te dejamos estas 10 formas de afrontar el arrepentimiento.
Según un artículo de Well+Good, el arrepentimiento afecta en el bienestar de la persona que lo siente, y por eso, es algo que debemos trabajar ante cualquier situación. Cuando quieres pedir perdón por algo que hiciste, no siempre es tan fácil, por eso, te dejamos estas 10 formas de afrontar el arrepentimiento, con las que saldrás adelante de cualquier situación.
“El arrepentimiento es una emoción poderosa que puede afectar profundamente nuestro bienestar mental y emocional, pero es posible superar este dolor y encontrar un camino hacia la sanación y el crecimiento”, explica la psicóloga Sandra Kushnir.
También lee: Corazón de papel: ¿Cómo perdonar a alguien que te rompió en mil pedazos?
Aunque tanto tú como nosotros, sabemos que el arrepentimiento no es algo que simplemente activas, hay cosas que podemos hacer para que ocurra y sea en beneficio nuestro y de los demás.
“El arrepentimiento surge cuando reflexionamos sobre decisiones o acciones que hemos tomado (o dejado de tomar), nos sentimos decepcionados, culpables o arrepentidos, y posteriormente deseamos haber actuado de otra manera”, afirma el Dr. Zack Goldman, trabajador social clínico licenciado.
Superar el dolor del arrepentimiento puede sentirse como cargar una mochila llena de “hubiera” y “por qué lo hice así”, que no deja de pesar. A veces parece que no hay forma de soltarlo, porque el remordimiento se mete hasta en los pensamientos más cotidianos.
Pero aunque no hay una fórmula mágica, los expertos coinciden en que sí hay pasos que puedes dar para dejar de vivir atrapado en lo que ya pasó. “Permítete sentir la ira, la tristeza y cualquier otra emoción que surja cuando piensas en algo de lo que te arrepientes”, aconseja Lara Fielding, PhD, psicóloga clínica.
Se trata de aprender a entender tus emociones, perdonarte y, poco a poco, convertir esa culpa en una lección que te haga más fuerte y no más duro contigo mismo.
También lee: Aprende a pedir perdón para que de veras te perdonen
Muchas veces decimos “me arrepiento” pero, ¿de verdad es arrepentimiento? ¿O es tristeza, culpa, enojo contigo mismo, vergüenza o frustración? Ponerle nombre correcto a lo que sentimos es el primer paso para procesarlo. La mente se confunde menos cuando sabes qué estás sintiendo y por qué. Es como prender una linterna en un cuarto oscuro: empiezas a ver qué hay realmente ahí.
Tal vez tomaste una decisión desde el amor, la necesidad de protegerte o simplemente desde el conocimiento que tenías en ese momento. Reconocer eso no borra el error, pero sí te ayuda a dejar de castigarte como si hubieras actuado con maldad o descuido total.
“Explora tus pensamientos negativos y comprueba su veracidad. Ve si hay una forma alternativa de ver cómo se desarrolló la situación. Por ejemplo, tu decisión de seguir saliendo con alguien que no era adecuado para ti podría haberte salvado de varias primeras citas malas. O tal vez esa entrevista de trabajo que fracasó te libró de una posible cultura laboral tóxica”, indica Lara Fielding, doctora en psicología y terapia.
También lee: Mandamientos de la salud mental
Esto no es lo mismo que ponerte excusas. Es aprender a hablarte con amabilidad y reconocer que errar es parte de ser humano. Según la psicóloga Kristin Neff, la autocompasión puede ayudarte a sanar más rápido que la autocrítica. En lugar de decirte “qué estúpido fui”, puedes decirte “me equivoqué, pero estoy aprendiendo de esto”. El tono que usas contigo también es parte del proceso.
Pedir perdón no garantiza que el otro lo acepte, pero te libera de cargar con lo no dicho. El simple acto de reconocer tu error y asumir la responsabilidad abre espacio para la reparación, aunque sea simbólica. Además, según la ciencia, el perdón (darlo o pedirlo) está directamente relacionado con el bienestar emocional.
Arrepentirse a veces duele como una pérdida: de una oportunidad, de una relación, de una versión de ti mismo. Como toda pérdida, merece un duelo. Honrar lo que no fue no significa quedarte ahí para siempre, pero sí permitirte sentirlo sin bloquearlo. Llorarlo, escribirlo, reconocerlo, también es parte de sanar.
También lee: Culpa, ¿amiga o enemiga? Aprende a lidiar con ella
Cuando estás atrapado en el arrepentimiento, todo se siente enorme, definitivo, como si te definiera. Pero si tomas distancia y miras el panorama completo, todo lo que sí has aprendido, lo que has hecho bien, lo que aún puedes cambiar, la culpa se vuelve más manejable.
“No es que siempre tomes decisiones equivocadas, sino que tomaste una decisión equivocada”, dice la Dr. Amy Silver, terapeuta con base en Australia. “No es que no seas una persona valiente, sino que en algún momento no fuiste audaz al tomar decisiones”.
Hablar con alguien que haya pasado por algo similar te recuerda que no estás solo. Compartir tu historia puede ayudarte a ponerla en palabras, a entenderla mejor y a escuchar nuevas formas de afrontarla. Recuerda que el arrepentimiento, en sí mismo, no es una mala emoción.
Solemos querer eliminar el arrepentimiento a toda costa, como si fuera veneno, pero no lo es. Es una emoción que nos ayuda a reflexionar, a evolucionar, a actuar con más conciencia la próxima vez. Sentirlo no te hace débil, te hace consciente. La clave es no quedarte atorado ahí para siempre.
“El arrepentimiento nos ayuda a ver con claridad lo que no queremos hacer, y mientras no permitamos que se convierta en una carga profunda para nosotros, podemos permitir que nos enseñe cosas”, dice Shannon Thomas, autora del libro Healing From Hidden Abuse.
¿Qué te enseñó esto sobre ti? ¿Sobre tus límites, tus valores, tus impulsos? Tal vez no se puede cambiar el pasado, pero sí puedes hacer que tenga sentido. Convertir un error en lección le da un propósito al dolor, y te prepara mejor para la próxima vez que enfrentes algo parecido.
No se trata solo de reflexionar, también de tomar decisiones distintas. El arrepentimiento puede impulsarte a cerrar ciclos, a pedir perdón, a trabajar en ti o a tomar una nueva dirección.
Ahora que ya leíste 10 formas de afrontar el arrepentimiento, checa esto:
También lee:
Por: Berenice Villatoro