Los conflictos de la Primavera árabe también llegaron a Yemen, la vida cotidiana se ve afectada de múltiples maneras.
¿Yemen? Sería la primera pregunta que varios tendrían, otros ni siquiera sabían que existía. Se trata de un país al sur de la península arábiga con cerca de 27 millones de habitantes, dos tercios sunitas y un tercio chiíta. Un país pobre con vecinos muy ricos: Arabia Saudita y Omán.
Los conflictos de la Primavera árabe también llegaron a Yemen. Al igual que en Siria, una guerra civil se desató pero los reflectores jamás llegaron. Se ha cumplido el primer año de esta guerra que por mantenerse fuera de la atención pública occidental se ha recrudecido sin miramientos. Los enfrentamientos entre estos dos grupos del islam en Yemen ya tienen varios años pero la confluencia de intereses regionales ha elevado el nivel de la contienda.
Se enfrentan una coalición de países sunitas, encabezados por Arabia Saudita, y fuerzas locales contra una minoría chiíta (huzíes) respaldada por Irán. Al estar fuera de la órbita de la opinión pública y de los intereses de occidente, se cometen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad sin preocupación alguna. Como siempre, las mayores víctimas son la población civil.
El conflicto armado y el desinterés internacional se han sumado a años de pobreza y gobiernos ineficientes. Más de 8 de cada 10 personas en Yemen dependen de la ayuda humanitaria para apenas subsistir. El conflicto ha impedido la distribución adecuada de combustible, agua, alimentos, apoyo médico e incluso ayuda humanitaria. El precio de los alimentos ha crecido de manera descontrolada.
Resulta más desolador si a este panorama sumamos la destrucción de infraestructura básica, de por sí inadecuada, como puentes, puertos, hospitales, mercados, escuelas, caminos y aeropuertos.
Distintas organizaciones civiles han llamado la atención sobre lo que ocurre en el terreno. Las cifras son alarmantes: cerca de 10 mil civiles asesinados (entre ellos, más de 2 mil menores de edad), 17 mil civiles heridos, 2.4 millones de desplazados por la violencia y más de 300 mil viviendas han sido destruidas o seriamente dañadas.
La vida cotidiana se ve afectada de múltiples maneras. Se ha destruido buena parte de las instalaciones para generar y distribuir energía eléctrica, la red de agua potable, la infraestructura de telecomunicaciones y centros culturales, sociales, educativos y religiosos.
UNICEF ha informado que millones de menores se encuentran en grave riesgo y que un número importante ha sido reclutado como soldados. Diariamente 6 menores mueren o son gravemente heridos. Reitero, a estas cifras hay que agregar los miles y miles que mueren cada años de desnutrición y enfermedades fácilmente controlables.
El país se encuentra al borde del colapso. Se ha anunciado una tregua que iniciaría el 10 de abril para iniciar un diálogo de paz. Ante las experiencias en la región, casi nadie espera buenos resultados.
Yemen, solo un ejemplo más de la indiferencia internacional. Del poco valor de la vida y dignidad humana. Yemen, una muestra más del insaciable deseo de poder.
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