Una dieta prehispánica para vivir mejor

La solución a problemas de alimentación está en regresar algunos cientos de años atrás, y comer como comían los aztecas.

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¿Cada cuánto te echas un taco de frijoles con salsita, y de botana pepitas doradas? En los últimos años en México se ha incrementado la aculturación, lo cual puede observarse en los hábitos alimenticios. Platillos e ingredientes tradicionales se han sustituido por alimentos refinados, altos en azúcares y en grasas. Otra cosa que ha aumentado en el país son los índices de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares asociadas.

Parece que la solución a éstos y otros problemas se encuentra en voltear hacia atrás, algunos cientos de años atrás, y comer como comían los aztecas: mucho taquito de frijol, tomate, nopales, chía y pepitas de calabaza. En este régimen prehispánico pusieron a unas ratas, y los resultados de este experimento dan mucha esperanza para el país.

Errores más comunes en una dieta

El experimento que menciono consistió en primero, durante varios meses, engordar a ratas a base de un alimento alto en azúcar y grasa. Después dividieron a ese grupo de ratas, ahora obesas, en dos: a un grupo le siguieron dando esa dieta, y otro grupo les alimentaron con frijoles, tomate, maíz, nopal, chía y semillas de calabaza, algo que llamaron “dieta mesoamericana” o “prehispánica”, basada en alimentos que existían antes de la colonización española, y que por documentos históricos se sabe que eran básicamente de lo que se alimentaba la población mexica.

Después compararon a estos dos grupos de ratas, y como se viene anunciando desde el título de esta breve nota, a las ratas con la dieta prehispánica les fue mejor, mucho mucho mejor. La dieta mesoamericana redujo la intolerencia a la glucosa, el peso, los triglicéridos, y equilibró a hormonas que regulan el apetito. También mejoró niveles hepáticos, y aumentó los omega 3, grasas esenciales para nuestra salud y que casi siempre se nos dice que vienen en pescados como el salmón, pero resulta que las semillas de chía tienen omega 3 en grandes cantidades.

La verdad es que estos resultados no son de sorprender. Los alimentos que tradicionalmente se comían en México están llenos de beneficios. El nopal por ejemplo tiene fibra, vitamina C y antioxidantes; el tomate igual. La combinación de maíz y frijol hace que los aminoácidos que tiene cada uno de estos alimentos se complementen y se formen proteínas de alta calidad. Las semillas tanto de chía y pepita tienen grasas benéficas para el organismo. Y ninguno de estos contiene grasas saturadas o “malas” ni alto contenido en azúcares.

Un resultado que sí fue más sorprendente es que a las ratas con dieta mesoamericana les cambió también su interior. El microbioma son todos esos bichos que viven sobre todo en el intestino y nos ayudan a hacer la digestión, pero también a mantener incluso la salud mental. En las ratas que comieron “mexicanamente”, el microbioma se modificó a uno más sano, con una mucho mayor cantidad de bacterias benéficas que las ratas en la otra dieta. Parece que la dieta mesoamericana también alimenta a nuestras bacterias amigas.

Cuáles son las peores dietas

Además, las capacidades cognitivas de las ratas se modificaron. Las ratas con dieta prehispánica mejoraron su memoria, se cree por la actividad antioxidante de su alimentación, que fue 10 veces más poderosa que en la otra dieta.

Así que para obtener todos estos beneficios, lo único que hay que hacer es regresar a comer platillos tradicionales sin mucha carne. Antes de la colonización española, la dieta mexica consistía en básicamente de lo que se alimentaron las ratas del experimento. A veces se comía guajolote, pescado o insectos como fuentes de proteína, pero la dieta era mayormente vegetariana.

La colonización no solo ocurrió en 1521, sigue pasando y viene de todos lados. Muchas veces pensamos que para comer sano o bajar de peso necesitamos de productos especiales o ingredientes que vienen de lejos. Experimentos como éste nos recuerdan que una buena forma de descolonizar nuestras mentes y corazones es iniciar por nuestros estómagos.

Referencia:
Food combination based on a pre-hispanic Mexican diet decreases metabolic and cognitive abnormalities and gut microbiota dysbiosis caused by a sucrose-enriched high-fat diet in rats

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