Matrimonio infantil

Se calcula que para el año 2050 habrá mil millones de mujeres que se casaron antes de alcanzar la edad adulta.

Las causas de la marginación son muchas. Algunas estructuras y prácticas sociales la perpetúan. Siempre las más afectadas son las mujeres con bajos recursos, y entre ellas, las niñas son particularmente afectadas.

Recientemente Human Rights Watch (HRW) lanzó una campaña para acabar o de menos disminuir el matrimonio infantil. Con el hashtag #EndChildMarriage se pretende generar conciencia sobre este gran problema por el que sufren millones de niñas en todo el mundo.

Las cifras son escalofriantes. Una de cada 4 niñas se casa antes de los 18 años. Una de cada 14 lo hace antes de los 15. Cada año 15 millones de niñas menores de 18 años contraen matrimonio. De continuar la tendencia actual se calcula que para el año 2050 habrá mil millones de mujeres que se casaron antes de alcanzar la edad adulta.

Las consecuencias del matrimonio infantil son muchas tanto para las niñas como para sus comunidades. Estas niñas enfrentan mayores problemas de salud debido a embarazos tempranos que pueden poner en riesgo sus vidas. Adicionalmente, dejan los estudios lo que las margina aun más, su condición las coloca en riesgo de violencia doméstica y sexual. La inmensa mayoría no elije casarse sino que son obligadas a ello.

Esta práctica es más común en países pobres o en desarrollo, sobre todo en Asia y África subsahariana. Las cifras muestran un cambio favorable, aunque muy lento, ya que el promedio de edad para casarse aumenta sobre todo en familias con ingresos más altos. Las niñas son separadas de sus familias y entorno por lo que su desarrollo se ve truncado. Por lo regular esta práctica se presenta como parte de costumbres sociales que están ancladas en estructuras discriminatorias de género que colocan a los varones en mejores condiciones educativas, laborales y sociales.

Los datos de UNICEF son alarmantes. Cerca de un tercio de las mujeres entre 20 y 24 años de todos los países en desarrollo se casó siendo niña. La cifra crece a 48% entre las mujeres de 45 a 49 años.

Las muertes maternas relacionadas con embarazos a edad temprana producen la muerte de 70 mil niñas al año. Los bebés que nacen de madres que no han alcanzado pleno desarrollo tienen 60% más de probabilidades de morir durante el primer año y al crecer tienen mayor probabilidad de desarrollo tardío tanto físico como cognitivo.

Destacando la situación concreta de algunos países, HRW informa que en Nepal el 10% de las niñas se casan antes de los 15 años y el 37% antes de los 18. En Zimbabue la cifra es del 33% y en Tanzania del 40%.

Un par de variables marcan la diferencia. La edad para contraer matrimonio está relacionada con los ingresos y niveles educativos de las familias. El matrimonio infantil alimenta este círculo vicioso que lleva cientos o miles de años operando.

El reto, en este caso como en muchos otros, se encuentra en elevar los niveles de educación y bienestar de la población y mientras esto ocurre se deben poner en práctica proyectos sociales y políticos que rompan esta dinámica intentando abatir el matrimonio infantil. Nada fácil.

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