Los pueblos indígenas ya tienen candidata a la presidencia

El descrédito de los partidos políticos es perfectamente entendible, desde hace mucho tiempo los partidos dejaron de representar a la sociedad. Esto no es un fenómeno exclusivo de México que ha llevado a figuras no tradicionales a la contienda electoral. Allí están los ejemplos de Estados Unidos, España y Francia, entre muchos otros que se manifiestan en la nacional y en lo local.

El silencio se apodera del país

En nuestro país ya hemos iniciado este proceso con varias figuras que contendieron en elecciones pasadas y en algunos casos lograron triunfos. Para la elección presidencial de 2018 ya hay varios nombres que suenan como posibles candidatos independientes a la presidencia.

Sin duda, una de las candidaturas independientes que más se esperaba es la que había anticipado el Congreso Nacional Indígena (CNI). El fin de semana pasado se llevó a cabo la reunión de 58 pueblos indígenas para decidirlo.

La decisión del CNI reunido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, con más de mil representantes, concejales y delegados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), fue la conformación de un Concejo Indígena de Gobierno (CIG) que tendrá como vocera a María de Jesús Patricio Martínez. Pretenden que ella sea la candidata independiente indígena a la presidencia de la República, para ello tendrá que cubrir los infinitos y complejos requisitos que impone la ley.

María de Jesús es nahua de Tuxpan, Jalisco. Ella representará las voces e intereses de los pueblos originarios en las elecciones de 2018. Seguramente su discurso será una bocanada de aire fresco en el proceso electoral. Los partidos y sus planteamientos, promesas y diagnósticos, incluyendo los debates, cada vez interesan menos, son lugares comunes y utilizan un lenguaje muy gastado.

El CIG eligió a María de Jesús para que lleve “la voz de todas y todos y planteé un mundo en el que quepan todos los mundos”. Buscan otra forma de hacer política, olvidarse de las instituciones verticales de partido y promueven una estructura horizontal donde la colectividad sea la que opine y se mantenga la autonomía de cada uno de los pueblos indígenas. Se colocan como los de “abajo y a la izquierda, esa que sacude al mundo cuando la tierra tiembla con epicentros de autonomía”.

Como cualquier otro candidato o movimiento independiente, marcan una gran distancia con los partidos políticos y sus engaños y corrupción. La presencia de esta candidatura será muy refrescante, sus exigencias han quedado olvidadas por siglos.

No es extraño que el nombramiento recaiga en una mujer. El CNI afirma que esa decisión se tomó ya que la mujer indígena es quien ha sido más discriminada, humillada, violentada y las más pobre entre los pobres.

Las posibilidades de triunfo de una candidatura independiente a la presidencia son casi nulas. Espero que la cobertura mediática sea justa con esta candidatura.

Los planteamientos que haga María de Jesús Patricio Martínez habrá que seguirlos de cerca. Es la voz de los más golpeados, de los olvidados. Los momentos en que han levantado la voz, lo han hecho con gran claridad, firmeza y un discurso ético difícilmente observable en el resto.

Aplaudo y recibo con mucho interés esta candidatura.