74% de las mujeres aceptaría trío con una mujer, mientras que solo el 8% de los hombres aceptaría a un hombre para el trío.
Pues total, dicen que donde caben dos, caben tres.
Para algunas personas los tríos sexuales pertenecen exclusivamente al ámbito de las fantasías, pero para muchos más son una práctica sexual de lo más común y prendida. Eso sí, se necesita de harta coordinación para atender bien a las o los involucrados, porque eso de acomodarse de forma coordinadita, ubicar qué es lo que quieren y a quién le toca qué; no es algo que uno domine de la noche a la mañana. Si entre dos luego nos hacemos bolas ¡Imagínense tres!
Y ni me pongan cara de susto. Es muy frecuente que más o menos por ahí del quinto o séptimo año casados o de vivir en pareja la pasión y los brincos disminuyan. Sin embargo, los especialistas en sexualidad recomiendan aprovechar ese momento para hablar y acordar en pareja nuevas dinámicas que los ayuden a volverse a ver con ojos de lujuria. Y entre ellas podría ser un trío sexual.
Eso sí, desde ahorita les digo que los tríos sexuales no son para todos, porque en nuestra mente pueden parecer de lo más prendidos y divertidos, pero cuando no estás preparado o preparada para una dinámica sexual de este tipo, aquello puede terminar muy mal.
Los tríos tienen una logística, se tiene que pensar en TODO. No se puede llegar a improvisar. Por ejemplo ¿Dónde y cómo conocerán a la persona que le va a entrar al quite? ¿Si será un extraño o un conocido? ¿En dónde lo harían? Mentalizarse MUY BIEN en que van a ver a sus parejas echando pasión con alguien más. Este último punto es el que hay que masticar perfectamente bien para entender si una dinámica sexual de este tipo refrescaría la actividad sexual de la pareja o le pondría en la madre.
En cuanto al tema de la selección del o la tercera en cuestión, las parejas gays y lésbicas la tenemos mucho más sencilla que las parejas hetero, porque siempre se va a buscar a alguien del mismo sexo. Los hetero, además tienen que negociar si van a invitar a una mujer o a un hombre. Y aquí viene un dato curiosamente machista, según una encuesta de bienestar sexual realizada en 2012 por una importante compañía de condones, el 74.3% de las mujeres que deciden participar en tríos sexuales, están abiertas a la posibilidad de que la persona invitada sea una mujer o un hombre. Pero en el caso de los varones solo el 8.25% aceptaría a otro hombre en el trío, el resto de los encuestados únicamente concibe la idea de un trío con otra mujer.
– El o la tercera en cuestión tiene que entrar EXCLUSIVAMENTE a sus camas, no a sus relaciones.
– No se avienten un trío solo para complacer a sus parejas, si no quieren nadie las o los puede obligar.
– Ser muy específicos en las cosas están prohibidas.
– Hay que ser equilibrados para que los tres disfruten y nadie se sienta excluido o termine echando porras.
– No es recomendable repetir más de dos veces con el mismo invitado, porque aquello se puede convertir en relación.
– Ustedes se conocen bien, si son celosos, posesivos o resentidones; créanme los tríos no son para ustedes y neta la van a pasar mal.
– Procuren que el encuentro sea en un lugar neutro como en hotel, solo si él o la invitada es de confianza llévenlo a su casa.
– Y obvio, en esta como en cualquier otra práctica sexual LA PROTECCIÓN ES IMPERATIVAMENTE NECESARIA.
Termina su columna y se acomoda mejor despachando de a uno en uno.
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