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Master moi Anuario

Lo estúpidamente interesante de la orina

Nunca la deseches sin decirle ¡adiós que te vaya bien!

Eduardo Iniesta

Cuando mi urólogo me dijo: “Hazle caso a lo que te dice la orina”; pensé dos cosas. 1) Que mi urólogo necesitaba un psiquiatra. Y 2) Que yo necesitaba cambiar de urólogo.

Hace poco tuve que lanzarme al urólogo por una leve, pero chingaquedito infección urinaria, ya saben, de esas que te dejan bien ardido cuando haces pis. Y después de recetarme algunos antibióticos me especificó que la infección se produjo por modificar mi dieta, meterle más duro al GYM y por no tomar suficiente agua. Y neta, les juro que me recomendó ¡HACERLE CASO A MI ORINA!

Al ver la cara de circunstancia que puse, al doctor no le quedó de otra más que explicarme con palitos y bolitas eso dialogar con la orina. No sé, tal vez todo este tiempo había sido un insensible al sólo desechar mi pipí sin decirle, ¡Adiós, que te vaya bien!

Pero por fortuna la cosa no iba por ahí. Les cuento. Resulta que el color de la orina funciona como indicador de que tan bien o mal anda nuestro organismo. Hagan de cuenta como un semáforo de chis. El rango de colores va desde el transparente, pasando por las tonalidades amarillas claras, hasta los tonos más oscuros y naranjosos.

Color amarillo claro o amarillo transparente: son los tonos ideales de la orina y significan buena salud y que estamos perfectamente hidratados.

Incolora y transparente: significa que estamos tomando mucha agua y que nuestros riñones están trabajando a marchas forzadas. Contrario a lo que se cree, tomar mucha agua no es tan bueno para la salud, ya que no le permite al organismo absorber minerales como el potasio, sodio y magnesio. De hecho, las personas que toman agua con una devoción que raya en el fanatismo, padecen una adicción llamada potomanía.

El amarillo oscuro: significa que estamos bien, pero que es momento de comenzar a tomar más agua.

Color ámbar o miel: nos dice que definitivamente el cuerpo no está recibiendo las cantidades básicas de agua que necesita.

Tonalidad como de cerveza oscura o naranjoso: indica posibles padecimientos hepáticos o un severo cuadro de deshidratación.

Tonos rosas o rojizos: alimentos como el betabel o los arándanos pueden darle esta coloración a la orina, pero sino los has comido y aún así la pis sale de estos colores, lo más recomendable es lanzarse en friega al doctor, porque significa que hay sangre en la orina y eso no es nada bueno, ya que puede indicar problemas serios como enfermedades renales, tumores o infecciones graves.

Súper espumosa: De esas veces que le bajas al baño y la espuma sigue ahí más efervescente que un Alka-Seltzer ¡Aguas! Porque podría indicar exceso de proteína en tu dieta, o una enfermedad renal.

Y no crean que mi urólogo se sacó todo esto de la manga o que es un experto catador de orina ¡Obvio no! Existen estudios serios que respaldan lo que me explicó el doctor. De hecho, un grupo de investigadores de la Cleveland Clinic, en Ohio, realizaron un infograma para ayudar a traducir los colores de la orina.

Después de enterarme de esto, me pregunté qué otros misteriosos secretos escondía la chis que yo aún desconocía, y casi me hago pipí con lo que descubrí. Pero eso se los cuento la siguiente semana ¿va?

Casi termina su columna y le corre a ver qué le dice su pis.

 

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Conductor de radio y televisión experto en temas de diversidad sexual. También es un aficionado de encontrarle el lado estúpidamente interesante a la vida.