Lo estúpidamente interesante de la gente dramática

No quiero ser dramático, pero … (pausa dramática) “Deveras” cuanto daño nos han causado las pinches novelas.

Y ni me vayan a salir con que las telenovelas ya no son un género tan influyente en la sociedad, porque las series de ahora siguen siendo los mismos dramones, solo que mejor contados y con harto presupuesto ¡Y sí! Lo digo por los fans de Game of Thrones y los chingados dramas que arman cuando les matan a un personaje. Hasta gordos caen.

El caso es que los científicos de la de la Universidad de Salsburgo, Austria, ya tienen bien comprobadito que las telenovelas o series dramáticas producen en nuestros cerebros efectos negativos similares al del consumo excesivo de ciertas drogas, desarrollando síntomas como apatía, irritabilidad, trastornos de personalidad y hasta demencia. Si les digo, tenemos que dejar de ponernos tan tremendistas con nuestras cosas.

Porque eso sí, a pesar de que ya nos hayamos hecho a la idea de convivir con tanta Drama Queen suelta por ahí y aguantar todas sus intensidades dignas de un chafísima premio TvYNovelas, los especialistas en conducta humana de la universidad de Texas, destacaron a través de un estudio que la gente con personalidad dramática tiende a desarrollar vidas caóticas, generando crisis artificiales en ámbito familiar, amoroso, laboral y social ¡y sí es cierto! Ya ven que todos conocemos a alguien a quien la vida sin pasión, odio, lágrimas, chismes y venganza, pues “namás” no le sabe.

TEST: Qué tan dramático eres

Aunque hay que reconocer que es bien entretenido leer una Drama Queen en redes sociales, esos que te la súper arman de a tos porque no contestas en friega un WhatsApp o los que luego andan borrando tweets porque ya se les aplacó la intensidad y hasta penita les da lo que escribieron, pero que en un ratito se acuerdan de algo que también los hizo enojar y bien empeñosos comienzan otra vez con la retahíla de reclamos, berrinches y hasta mentadas de madre. Y los mejores de todos, los que postean comentarios súper depres para orillar a sus contactos a que les pregunten cómo están.

Tal vez por detallitos como estos los expertos en conducta humana definen a la necesidad del drama, como un “rasgo de la personalidad compuesto en el que los individuos manipulan a los demás desde una posición de victimización percibida”.

Eso sí, ni crean que las mujeres son más Drama Queen que los hombres, porque según el estudio de la Universidad de Texas, el gusto por dramatizar la vida es igual para ambos géneros.

Termina su columna y solo se pone dramático por dos motivos: por todo y por nada.