El hambre en el mundo

Dos de cada 3 personas que padecen hambre viven en Asia y cerca de 70 millones de alumnos en primaria asisten con hambre a clases y no, no es normal.

Ya nos hemos acostumbrado a las imágenes de seres humanos en inanición o con serios efectos por la desnutrición producto de guerras, pobreza, sequía, desertificación, desastres naturales o campos de refugiados con gran escasez de alimento.

El hambre en el planeta es mucho más común de lo que pensamos. Solo el 8% de las víctimas del hambre lo son por causa de emergencias extraordinarias. La desnutrición cotidiana, la falta de alimentos en cantidades y calidad mínima suele verse menos pero no por ello es menos frecuente.

Los especialistas calculan que la ingesta básica promedio para llevar una vida sana no se satisface en un alto porcentaje de seres humanos. Millones de personas no la obtienen por largos periodos de tiempo. El cuerpo humano compensa esta falta reduciendo las actividades mentales, físicas e incluso del sistema inmunológico lo que suele producir muertes que en condiciones normales podrían ser curables.

Al año, cerca de 7 millones de menores de edad mueren antes de los 5 años de edad siendo la desnutrición la causa central en más de un tercio de éstos. En los países en desarrollo el problema es mayor, cerca de 100 millones de menores, es decir, uno de cada seis niñas y niños tiene peso inferior al normal.

Las mediciones suelen hacerse en menores de edad ya que en edades tempranas la falta de alimento tiene efectos mayores. Uno de cada 4 menores en el mundo sufre de retraso en el proceso de crecimiento, la proporción es de 1 cada 3 en los países en desarrollo.

Cerca de 70 millones de alumnos de primaria asisten a clases diariamente con hambre. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas calcula que para subsanar este problema se requieren anualmente 3.2 mil millones de dólares.

Los datos del Programa Mundial de Alimentos son escalofriantes:

-Uno de cada 9 seres humanos, casi 800 millones de personas, no ingiere suficientes alimentos para mantener una vida sana y activa. Esta cifra crece en los países en desarrollo donde uno de cada 8 padece desnutrición.

-Dos de cada 3 personas que padecen hambre viven en Asia.

-Uno de cada 4 de los habitantes de la África subsahariana padece hambre.

El PMA pretende resolver parte de estos enormes problemas. Su responsabilidad es, por un lado, responder ante emergencias llevando alimento a poblaciones vulnerables y también trabajando para que grandes colectivos puedan obtener la seguridad alimentaria en el futuro.

Según el PMA no se trata de falta de alimentos, hay suficientes alimentos en el mundo para enfrentar la crisis. No es un problema imposible de resolver. En la década de los 80 y 90 del siglo pasado se redujo el hambre. En el siglo XXI el problema “ha ido creciendo de manera lenta pero constante”.

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