Defensores de Derechos Humanos en la mira

Organismos internacionales, organizaciones nacionales e internacionales y diversas personalidades se han manifestado con gran preocupación, checa por qué.

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La grave crisis en materia de Derechos Humanos que vive México se ha pretendido contener con un control férreo sobre los medios de comunicación y con el descrédito de las y los defensores de Derechos Humanos. Hace unas semanas escribí aquí mismo sobre esta grave crisis.

La respuesta del gobierno ha sido la misma, ante el señalamiento internacional y la presión local responder con leyes y la creación de instituciones pero sin voluntad. Es decir, cambiar para que todo siga igual. A la prensa se le amedrenta o se le controla con recursos de publicidad oficial. La prensa nacional dejó de ser una preocupación, salvo pequeñísimas excepciones. Ahora la mira está puesta en organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y defensores de Derechos Humanos.

La estrategia ha sido desviar la discusión de fondo y entrar a enfrentamientos particulares con expertos internacionales como el Comité contra las desapariciones forzadas de la ONU, el Relator de la ONU contra la tortura, el equipo argentino de antropología forense, el Grupo interdisciplinario de expertos independientes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En el ámbito local, la descalificación e incluso la difamación es la nueva estrategia. De manera “casual”, la prensa se ha llenado de notas y columnas de analistas que presentan a los defensores de Derechos Humanos como parte de una amplia red de corrupción y de intereses políticos. Un buen número de periódicos y medios electrónicos han reproducido las barbaridades que tienen por objeto desprestigiar y deslegitimar al movimiento de Derechos Humanos en el país. La voz más persistente ha sido la de Isabel Miranda de Wallace, que desde una posición de estrecha colaboración con el poder, no se detiene allí sino que incluso, bajo una supuesta agenda de víctimas, pone en duda estándares internacionales.

Este embate no puede ser tomado a la ligera, en el contexto se presentan agresiones reiteradas a las instalaciones de diversas organizaciones defensoras de Derechos Humanos, absoluta impunidad y una inacción gubernamental ante todo ello.

En días recientes, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió un informe donde afirma que las agresiones contra defensores de Derechos Humanos se han incrementado en los últimos años. Estos ataques se atribuyen en su mayoría a servidores públicos y a las fallas del sistema judicial.

Distintos organismos internacionales, organizaciones nacionales e internacionales y diversas personalidades se han manifestado en los últimos días con gran preocupación y piden al presidente (agregaría yo al secretario de Gobernación) que condenen esta campaña, que muestren claramente su compromiso con los estándares internacionales de Derechos Humanos y permitan la colaboración internacional.

Como bien recuerda el defensor Edgar Cortez: “Cuando la señora Mary Robinson fue Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, decía que la situación de éstos, en un determinado país, se evaluaba por la manera en cómo se trata a las personas defensoras de Derechos Humanos”. Nada más claro.

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Experto en Derecho Humanos, historia mundial contemporánea, genocidios y relaciones internacionales.

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