Consejos para una vida en equilibrio

Una forma inicial y sencilla para construir equilibrio en nuestra vida es aprender a usar el diálogo interior, esa vocecita interna que habla con nuestra propia tesitura y que usa como vehículo al pensamiento, mismo que a veces se encuentra sobrecargado de des- autoestima, con pensamientos de desolación y miedo.

¿Alguna vez te has puesto a pensar cuántas cosas te dices cuando “algo” no sale como esperas, ese “algo” que toca tus heridas y despierta tu dolor, enojo o sentimiento de abandono? Te invito a escribir una lista de esos pensamientos que se atraviesan en tu mundo verbal interno, ahí donde sólo tú te escuchas.

Obsérvate y escribe 10 pensamientos que te digas frecuentemente y que sean fuente de tristeza, desesperanza o miedo. Cuando revises esta lista te sorprenderás al descubrir cosas que no sabías de ti mismo. Tal vez encontrarás que así pensaba tu papá, tu mamá o algún familiar. Sea lo que sea que descubras, debes saber que ninguno de estos pensamientos ni emociones son inventados por ti, sino que pertenecen a la humanidad entera y son compartidos en la conciencia colectiva. Siempre he pensado que los 7 mil millones de habitantes del planeta estamos llevando a cabo un proyecto emocional compartido; en mayor o menor grado vivimos experiencias emocionales similares.

Muchos de los pensamientos con los que te calificas, fueron aprendidos socialmente y son una opinión superficial de ti mismo o del mundo, pero también pueden ser profundas creencias arraigadas en tu “sistema de pensar y sentir” Una forma ideal de empezar a quitarles fuerza, es utilizando la “sospecha”. Sí, la “sospecha” es una especie de duda intuitiva y sumamente poderosa para desestabilizar a las palabras internas que se apropiaron de nuestra libertad, a esas que deambulan en el pensamiento: “Yo no sirvo, no valgo, no merezco, es difícil, eso no se puede, etc.”

El observar y sospechar son herramientas que te invito a usar, en la confianza de saber que son infinitamente poderosas, y además… gratuitas.

¡Empieza ahora! Poco a poco ve conociendo los pensamientos recurrentes que se expresan dentro de ti ante el menor estímulo de incomodidad, luego sustitúyelos, no dejes vacíos, reemplaza todo lo que quieras. Sé creativamente osado; aprende a pensar bien para que tu percepción cambie, pues cuando esto suceda, el mundo se ajustará a lo que tú crees. Recuerda que la percepción se convierte en una creencia, y la creencia se vuelve realidad.

Invierte tiempo en limpiar el contenido mental que subyace detrás de tu pensamiento. Tú puedes ser un elector, no un elegido por tu condicionamiento. Sé un Co-creador no una víctima. El mundo necesita gente más creativa y responsable de su propio bienestar.