Por décadas la hemos señalado como “lo peor” cuando en realidad es esencial para que el cuerpo funcione de manera óptima. El problema es cuando supera los niveles sanos
La grasa ¡tan rica, como necesaria y odiada! Por décadas la hemos señalado como “lo peor” cuando en realidad es esencial para que el cuerpo funcione de manera óptima. El problema es cuando supera los niveles sanos. Esta semana, vamos a revisar los 5 tipos de grasa en el cuerpo y decirte cómo reducir los malos y aumentar los buenos.
La grasa visceral es la más riesgosa; sin embargo, la subcutánea a veces es atractiva ¡un poco de grasita en la pierna o pompas te pueden hacer ver mejor! y ¡las agarraderas del amor tienen su toque sexy! El problema es cuando esa grasa es excesiva.
De acuerdo con el American College of Sports Medicine, se vuelve poco saludable, cuando:
En hombres:
En mujeres:
Generalmente, si los niveles están por arriba del porcentaje de peso total señalado; empiezan problemas de salud que van desde riesgos cardiovasculares, resistencia a la insulina; hasta algunos tipos de cáncer. Exceder estos porcentajes de grasa, asegura que estás empezando a acumular grasa visceral que afecta a órganos como hígado, páncreas o corazón.
Los 5 tipos de grasa en el cuerpo
Las grasas son esenciales para vivir:
Esta grasa se encuentra en la médula espinal, membranas del sistema nervioso, y membranas que protegen los órganos del cuerpo. Y es subcutánea, NO VISCERAL.
Es el tipo de grasa en que la mayoría pensamos, es la principal forma de grasa en el cuerpo. Se le conocen como adipocitos blancos. Son blancos por una baja densidad en la mitocondria (que es la fábrica “quema grasa” en la célula; la que transforma la grasa en energía para vivir) y baja cantidad de vasos sanguíneos.
Si tienes mucha grasa blanca (exceso), esto causa resistencia a la leptina, es decir, en lugar de que te sientas satisfecho ¡pasa lo opuesto! El cuerpo ignora estas señales y te haces menos sensible a estos efectos. ¡Teniendo hambre todo el tiempo!
¿Cómo reducirla? No hay de otra, con dieta. Puedes hacer ejercicio o no, pero la dieta es esencial.
Es lo opuesto a la grasa blanca, esta quema grasa en lugar de guardarla.
El picante y la quema de grasa.
Este estudio lo aguantaron las japonesas (acostumbradas al wasabe), pero no las europeas, así que en México ¡no debe ser problema!
Es una “mezcla” entre grasa blanca y café; pero tiene sus propias características, siendo la principal, convertir la grasa blanca en beige. Esto ayuda a movilizar esas reservas de grasa acumulada.
¡Para lograr el efecto! Lo esencial es el ejercicio, especialmente el de alta intensidad y alto impacto.
Es la capa de grasa debajo de la piel ¡la lonja!
¿Cómo saber cuánta tienes?
¿Cómo bajarla? Dieta y ejercicio ¡no hay de otra, de forma natural! También está la tecnología médica o aparatología; o incluso la cirugía.
O la grasa abdominal. Es una reserva de grasa blanca (metabólicamente poco eficiente y difícil de “quemar” naturalmente). Se aloja alrededor del páncreas, hígado, corazón, e intestinos. Y no debajo de la piel.
¿Cómo saber si es alto?
Calculando el índice cintura/cadera:
En este caso es indispensable un plan alimentario armado por un profesional y adaptado a tu estilo de vida. Y de preferencia empezar a moverte más porque puedes estarte enfrenando a un riesgo serio a la salud.
¡Ya está la info! Todo un ABC de la grasa, y si quieres bajarla y tienes dudas, búscame en Instagram @keifitmx
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