¿Cómo ayudar a un familiar con ansiedad?

En primer lugar, debemos entender que la ansiedad no tiene cura porque no es una enfermedad

La ansiedad es un trastorno. Un trastorno no se cura, se controla y se maneja porque nos es muy útil para otras situaciones de sobrevivencia. Es decir, la ansiedad es como una alerta sísmica que se activa cada vez que va a temblar, por lo que nos resulta de gran ayuda. El problema es cuando esta alarma se “descompone” y comienza a sonar indistintamente a cada rato, por lo que nos ponemos en estado de alerta y de ataque sin haber un motivo real ni claro para hacerlo.

Si este ejemplo sucediera en la vida real, llegaría un momento en donde la población ya no le haría caso a la alarma y seguiría con su vida normal. Pero en el caso de la persona con ansiedad y ataques de pánico, ella viene de un estado neurótico (pensamientos repetitivos con acciones repetitivas), de un estado de estrés (problemas de adaptación al entorno), y de angustia (pensamientos negativos sobre su futuro). Por lo que esto sería muy similar a alguien que acaba de perder a sus seres queridos en varios temblores con la alerta sísmica a todo lo que da (estrés postraumático). Es por ello que, aunque no lo quiera, la persona no pude dejar de pensar en que algo está mal en su cuerpo y que algo malo le va a suceder. Lucha incesantemente con él mismo y con no querer sentir lo que siente, esto provoca mayor ansiedad y mayor miedo, que se deriva en más de lo mismo por la costumbre de accionar siempre de la misma forma (neurosis). Es casi imposible que la persona salga por sí misma de este trastorno.

Es ahí en donde las personas que se encuentran alrededor del ansioso juegan un papel primordial en la recuperación de su salud mental, ya que son ellos los que tienen que formar un ambiente de fácil adaptación.

6 cosas sumamente importantes:

  1. La ansiedad no se quita. Es como querer cortarse la cabeza porque nos duele mucho.
  2. La ansiedad se controla. Y solo la persona que la padece la puede controlar, ya sea solo o con ayuda de medicamentos.
  3. Los medicamentos tampoco quitan la ansiedad solo ayudan a controlarla.
  4. La ansiedad disminuye automáticamente en el momento en que también disminuye la angustia
  5. Todos los tratamientos psicoterapéuticos se enfocan en la angustia y no en la ansiedad
  6. Toda la ayuda externa que se reciba tiene que ir dirigida hacia la angustia y no hacia la ansiedad

 

La familia y la contención:

Ya una vez entendido esto, la familia tiene que saber que su papel es fundamental  en la contención de los pensamientos del familiar ansioso, ya que son estos los que disparan las angustia y por lo tanto, la ansiedad.

Qué NO hacer:

Qué hacer:

La finalidad es que la persona ansiosa recupere su autoconfianza en su salud física, pero principalmente sus pensamientos de proyección hacia el futuro, así como de seguridad hacia su entorno, porque lo percibe como algo peligroso e inestable.

 

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