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Master moi Anuario

8 cosas del gimnasio ¡que odiamos (casi todos)!

No sé si es porque vivimos en un mundo muy acelerado o porque simplemente estamos cansados y de malas, pero hay cosas de los gimnasios que son ¡insoportables!

Keiji Yoshiki

Desde que te platique alguien encuerado en el vestidor, hasta que estén parados junto a ti sin hablar y peor, ¡los instructores que te piden alternar cuando ellos deben saber cómo sustituir los ejercicios!

He estado de ambos lados, como cliente y como instructor, por lo que he vivido desde ambos puntos y con base en eso les armé esta lista y les propongo acciones para solucionarlo.

1. Los gritones y “gemidores” ¡Yo sé que gritar o pujar es resultado –en parte- del esfuerzo, pero tratemos de no exagerar! Es más, un gemido o gritito es un “medidor de esfuerzo natural” al lograr las últimas reps, pero de eso a ¡gritar como si te estuvieran pateando o estuvieras teniendo un orgasmo con Ariana Grande o Jason Statham hay un abismo!

¿Qué hacer? Aléjate, con esos niveles de “excitación” no te vaya a tocar un mal golpe. Y si te descubres gimiendo, trata de no exagerar, mejor exhala fuerte y un pequeño grito o gemido se vale.

2. Los sudorosos que no limpian. ¡Guácala! Confieso que el sudor puede ser sexy si viene de alguien que te gusta pero ¡Ley de Murphy! En general quien no limpia su sudor de la máquina antes que tú la uses, no será tu crush.

¿Qué hacer? ¡Pon el ejemplo y hazlo evidente! Usa tu toalla para limpiar el sudor antes de usarla. Hay gente que simplemente no sabe que lo está haciendo mal, y regresará a limpiar. Otra, muy maleducada, seguramente lo ignorará. ¡Importante! No le digas nada ¡puedes acabar de pleito! El que es maleducado para eso ¡lo es para todo! Mejor cámbiate de máquina.

3. La movedera de asientos. ¡A ver! Salvo que midas más de 1.90m o menos de 1.55m es imperativo que muevas los asientos de los aparatos; de lo contrario existe un estándar. Y si estás alternando con 2 o más personas, y ¡tú llegaste! ¡Porfa no muevas el asiento, es de mal gusto!

IMPORTANTE: La posición del asiento y respaldo del aparato sí hace cierta diferencia, pero no es significativa, varía ligeramente el esfuerzo al iniciar; pero para la mayoría de rutinas no hace gran cambio si el asiento estaba en el 2 y tú lo pones en el 1 o el 3 ¡solo afectarás el tiempo que tardas mientras la otra persona está esperando!

¿Qué hacer? El que llega primero lleva la ventaja, si son de estatura similar, más menos 10cm, no muevas asientos, será más rápido todo y le simpatizarás al cuate al que llegaste a “importunar”. ¡Ya te tocará estar del otro lado!

4. Los que dan consejos sin que se los pidas. Esto va para otros clientes del gym que quieren ser entrenadores o dar consejos como tales. Yo sé que muchos saben muchísimo, tienen cuerpos espectaculares y seguramente saben mucho. Pero si no estás on duty (trabajando) ahí ¡perdón! Pero no les espantes o quites clientes potenciales a los ahí trabajan. Además ¡no hay peor consejo que el que no se pide!

¿Qué hacer? Si tú das el consejo, mejor no lo des, salvo que sean tus cuates, obvio, o te lo pidan. SI eres el que lo recibe, dale las gracias y luego:

  1. Si te gusta el consejo o consejero sigue preguntando, igual y hasta ligas (poco probable).
  2. Solo da las gracias, si muestras interés ¡no te lo vas a quitar de encima!

5. Los observadores silenciosos. ¡Ojo! Parte del protocolo de gym en horas pico es alternar, pero ¡la mayoría no somos lectores de mentes! No te quedes parado al lado de la persona que está usando un aparato o mancuernas. Es molesto, y si alguien es “mula” te ignorará.

¿Qué hacer? ¡Mejor pregúntale si pueden alternar! Debería decirte que sí y si no lo hace, haz otro ejercicio; créeme ¡no será un gran cambio en tu rutina si un día, haces primero el ejercicio 4 que el 2!

Agrego, hay gente mal educadísima, pero conserva tu clase y educación y ármate de paciencia; si recibes una mala contestación.

6. Instructores con cliente que te piden alternar: ¡Yo trabajé más de 8 años como entrenador en gimnasio y jamás lo hice! Por una sencilla razón: si un cliente te contrata es para que le des opciones de ejercicio distintas; porque confía en que sabes cómo sustituir un aparato o ejercicio por otro trabajando los mismos músculos; y porque quiere evitarse estar alternando la misma máquina con más gente. Por supuesto en horas pico y si el gimnasio es muy chico o está a reventar ¡habrá que alternar! (aunque insisto en que si tienes el conocimiento suficiente puedes resolverlo con su peso corporal o con un par de mancuernas que anden por ahí).

¿Qué hacer? Identifica al coach y de verdad, si en un horario en que hay poca gente, te pide alternar un aparato; probablemente no sea el mejor ni te convendría contratarlo.

7. ¡Los azota mancuernas! Es terrible por donde lo veas. Dejar caer las mancuernas sin control: daña el piso del gimnasio; hace ruido; y lo peor, podría fracturar o lastimar a alguien; ya que si hay cerca pies o manos -haciendo lagartijas- tenemos un accidente potencial. ¡A ver mis adorados azotadores! Al azotar una mancuerna existe una inercia que causa que no quede fija en el piso al caer; sino que puede “botar” ligeramente, pegarle a un disco o a otra mancuerna y caer cerca de alguien más.

¿Qué hacer? ¡Aléjate! No quieres estar cerca…Y de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia hagas ejercicios en el piso cerca. Si no te puedes mover. ¡Sube los pies a los escaloncitos del banco!

8. Cuando alguien te platica desnudo en el vestidor ¡Híjole! Es terrible siempre. Y ojo, yo como homosexual te puedo decir que aunque el tipo te guste, es molestísimo porque ¡ni modo que le voltees a ver sus partes! En el vestidor evita estar desnudo por tiempos prolongados especialmente si estás platicando con alguien. Se vale que te untes cremas, geles, te seques poro por poro, pero sin platicar ¡porfa!

OJO, varios gimnasios se han vuelto pasarelas de escorts y probablemente por eso lo hacen, pero de verdad si no te dedicas a eso, no lo hagas ¡Guácala!

¿Qué hacer? Si alguien te platica constantemente estando desnudo, no lo veas y sigue haciendo tus cosas y platica sin verlo. O un ¡deja me visto rápido porque soy muy pudoroso! (tono de broma en serio) puede dejar claro que te incomoda.

 

MORALEJA: ¡No hagas ninguno de estos 8 puntos! Y si te descubres haciéndolo -todos hemos hecho, al menos 3- ¡Para! Y por favor, evita problemas y no pretendas educar a la gente o decirle cómo actuar. Quien lo hace, seguramente no te escuchará y puedes buscarte un enemigo, que tendrás que estar viendo un buen rato.

¡Cuéntame más cosas que te molestan en mi Instagram @keifitmx

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Fitness Lifestyle Coach. Tiene un diplomado en entrenamiento para la estética corporal y otro en nutrición deportiva.