Axilas: enfermedades, cuidados y depilación

El hecho de que no las veas todo el tiempo, no quiere decir que tienes que olvidarlas por completo o que no son importantes. Es más, lo son tanto que si te descuidas puedes andar por la vida oliendo mal o sufriendo de algo y tú ni en cuenta

Compartir

Las axilas son como la jungla tropical del cuerpo. La piel de la zona es más delgada y por lo tanto, delicada. Por aquí pasan los vasos sanguíneos y los ganglios linfáticos que sirven al brazo, además, hay una gran cantidad de glándulas sudoríparas y folículos pilosos. Por eso son tan importantes y pueden tener muchos problemas, estos son algunos…

1. Mal olor
El microbiólogo belga Christopher Callewaert, experto en análisis del olor corporal, asegura que casi todos los malos olores en las axilas son el resultado de la lucha entre una bacteria que produce un olor agradable y otra que huele muy mal. Recomienda no exagerar con el uso del desodorante si no huelen muy fuerte o de plano no huelen, porque puedes provocar que aparezcan nuevas bacterias que sí ocasionen ese mal olor. Algunos alimentos muy condimentados también pueden provocar olores sospechosos y hasta que tengas alergia a ciertos tipos de telas, pero eso sería eventual, no de siempre.

2. Manchas
Suelen aparecer como un mecanismo de protección de la piel, que produce un exceso de melanina haciendo que la zona se vea más oscura. Irritaciones constantes por el rasurado, genética, fricción continua con la ropa, problemas hormonales, deficiencia de alguna vitamina y hasta como efecto secundario por algún medicamento, jabón o desodorante pueden ser la causa. Para corregirlo, ¡olvídate de los remedios caseros porque solo puedes agravar el problema! Lo ideal es visitar al dermatólogo para una valoración y que te diga si te conviene un tratamiento con exfoliaciones, láser o simplemente el uso de una crema o sérum aclarante.

3. Sweat, baby sweat!
La hiperhidrosis o sudor en exceso, no solo es incómoda, también puede ser una señal de hiperactividad en la tiroides. Pero no te preocupes, porque tiene solución. Primero visita a un endocrinólogo para descartar problemas de salud y luego busca tratamientos que van desde pequeñas inyecciones de bótox en la zona, hasta cremas antibacterianas o láser que elimina las glándulas sudoríparas por calentamiento.

4. Dermatitis
Puede ser irritativa o por alergia. La primera generalmente la causan jabones y desodorantes y la segunda, es menos común y provoca lesiones e hipersensibilidad, además de muchísima comezón. Otra vez, tu mejor amigo es un dermatólogo.

5. Foliculitis
Es la infección de una o más cavidades donde crece pelo, es más común de lo que te imaginas y casi siempre es una reacción posterior al rasurado. Los folículos pilosos de la zona se inflaman por una infección bacteriana y se ven como pequeños barritos que duelen, arden y dan comezón. Intenta con otros tipos de depilación menos agresivos con tu piel.

Desodorante vs antitranspirante, ¿cuál es mejor?
Ninguno es mejor que otro porque sirven para cosas diferentes. Un desodorante será tu aliado para minimizar el olor de tu sudor y un antitranspirante, lo que hace es “bloquear o tapar” las glándulas sudoríparas para mantenerte seco.

*¡Llevas toda tu vida usando mal el antitranspirante!
La Sociedad Internacional contra la hiperhidrosis recomienda aplicarlo por la noche, antes de dormir, pues es cuando la producción de sudor baja al mínimo y las axilas están completamente secas.

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (12 votes, average: 4.50 out of 5)
Loading...

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta