No te nos deprimas ni te tires al drama. Todos nos vamos a morir. Trata de hacerlo dignamente para que tus pobres herederos no se pasen un año limpiando tu mugre
Döstädning en sueco significa limpieza (städning) de muerte (dö), y es un término que habla de eliminar cosas innecesarias para no causar problemas una vez que pases a mejor vida. Y no tienes que tener 97 años para empezar.
Vivir chiquito
Es probable que con el tiempo te mudes a un lugar más pequeño y tendrás que deshacerte de varias chunches y entre más pronto empieces, mejor. Además, una vez que veas la paz que te da vivir con menos, no vas a querer volver a acumular… tanto.
Qué vamos a tirar
Desde las vitaminas que te vendió la comadre y nunca te tomaste, las sombras de ojos de todos los colores y el mantel preciosísimo que usaste solo una vez porque tiene manchas de café. To-do. Si piensas comprar algo nuevo, asegúrate de que el viejo ya no sirva y ya lo sacaste. Lo mismo con tu ropa, hay prendas que nunca en tu vida te vas a volver a poner. A menos que sea ropa vintage carísima con algún valor, mejor regálalo de una vez.
Qué vamos a guardar
Piensa en coas que sean valiosas de verdad. No necesitas los recibos de nómina de la empresa en la que trabajaste en el 92, pero sí tus escrituras, testamentos, facturas de los coches, etc. En cuanto a recuerdos y cositas, no necesitas toooda la ropa de cuando tus hijos eran bebés para acordarte de que tienes hijos, ¿o sí? Tampoco tienes que guardar las revistas de chismes de la boda de Lucerito y Mijares, pero si amas mucho tus libros de Harry Potter primera edición, esos sí guárdalos.
Kit post mortem
No seas malito, si de por sí ya les dejaste un hueco terrible con tu partida, no los hagas sufrir más con tus papeles. Crea un sobre o folder con todos los documentos importantes: escrituras de la casa, testamento, seguros de vida, servicios funerarios, copias de las tarjetas de crédito y débito, un inventario de cuentas (con deudas y todo), carta de donante de órganos o de no resucitar, etc. Todo papel o documento que consideres necesario para que tu familia no tenga broncas.
En paz
Hablando de cuando ya no estés, ¿quién va a borrar tus burradas del feis? ¿Cómo van a acceder a tus ahorros? Deja una lista con las contraseñas de tus redes, mails, bancos y demás. Para las cositas de valor como tu collar de perlas, el reloj que te heredó el abuelo o cualquier cháchara valiosa para ti va en un lugar cerrado, lejos de la mano de un amante de lo ajeno. Si tienes mascotas, habla desde antes con tu familia de quién se va a quedar con tu perro, hámster o víbora de cascabel. No las dejes a su suerte, consígueles un hogar adoptivo con alguien cariñoso y responsable.
Sin yolanda
Para muchos es difícil hablar de la muerte, pero no hay nada mejor que estar preparado para todo. Hasta para la muerte. Deja instrucciones claras por escrito en un lugar fácil de encontrar y un testamento actualizado para evitar broncas. Piensa cómo te gustaría que alguien cercano a ti te dejara todo.
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