Porque Chiapas tiene mucho que ofrecer, te decimos lo que debes visitar sí o sí.
Primero que nada, una de las opciones, en caso de llegar en avión, es volar al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez, donde te puedes mover hacia San Cristóbal o a Tuxtla. En medio de estos dos destinos, se encuentran varios pueblos interesantes.
De Tuxtla Gutiérrez, el imperdible, me parece que es el restaurante “Las Pichanchas”, que a pesar de que también está en San Cristóbal, te lo recomiendo más en este destino. Por favor ve por la noche, ya que como a las 8:00 pm tienen un espectáculo que no te puedes quedar sin ver, además de que antes y después, están los marimberos. No es un simple restaurante, sino toda una experiencia chiapaneca que involucra todos los sentidos: comida, bebida, música, bailables, decoración; cumplen la promesa de su slogan de “sentirte chiapaneco”. Tienen una bebida con todo un ritual para ser solicitado: ¡El Pumpo!, que es para compartir entre varias personas.
Lee: Lo que te pierdes por no viajar
Si pasas más tiempo por Tuxtla, visita el Parque de la Marimba, que como su nombre lo dice, hay todo un ambiente de marimbas para bailar o simplemente disfrutar de la música. Esta Plaza es al aire libre y está rodeada también de diferentes cafeterías locales y nacionales, algunas con terraza, donde puedes tomarte tu cafecito mientras escuchas los sones.
Otro punto es la Catedral de San Marcos, la más bajita de México, que ha sido visitada por dos Papas, donde cada hora, en su fachada, sobre la torre del reloj, en un pedestal móvil, circulan los 12 apóstoles y 48 campanas nos ofrecen un lindo momento y de jueves a domingo a las 8 pm hay un espectáculo de mapping representando la herencia maya.
Puedes visitar el Cristo de Copoya y disfrutar de la ciudad desde las alturas y si viajas con niños, el zoológico es buena opción, donde literal te encontrarás perdido por la selva y verás a uno de los animales más representativos de la región: el jaguar.
Tomando un taxi, urbano o con alguna tour operadora, puedes moverte hacia El Cañón del Sumidero y el Río Grijalva, (de los escenarios naturales más impresionantes) y aquí hay 2 opciones… (Yo que tú, tomo ambas), la primera es visitarlo por medio de una lancha que sale del embarcadero Cahuaré (más o menos $200 pesos por persona y con duración de 2 horas) y la segunda es visitar los cinco miradores: La Ceiba, La Coyota, Roblar, Tepehuaje, Los chiapa. No apto para personas que sufren de vértigo, ya que te encontrarás a varios metros de altura, con unas vistas geniales. Más o menos requieres de medio día para alcanzar a recorrer estos puntos con tranquilidad.
Ahí cerca, puedes moverte a Chiapa de Corzo, uno de los Pueblos Mágicos de Chiapas. Si decides quedarte a dormir, mi recomendación es “La Ceiba”, a solo 2 cuadras del centro. Visita sus portales y no dejes de probar la sopa de chipilín con bolitas, el pozol (bebida refrescante muy típica hecha a base de cacao) y los tamales de elote que empiezan a vender por la tarde – noche.
Después continúa tu recorrido por los Pueblos Indígenas, lugares con historia e identidad muy propia, dignos de conocer:
Zinacantán es un pueblo dedicado a los textiles, ¿dónde sucede esto?, en las casas, verás como toda la familia (mujeres principalmente), están dedicadas a trabajar con los telares y realizar unas cosas increíbles. Cuando fui me tocó que me ofrecieran portar la vestimenta típica y si tienes suerte te invitan incluso hasta sus cocinas donde están preparando tortillas, salsa y algún guisado, para degustar de comida muy casera, todo con insumos cuidados por ellos desde que fueron sembrados.
San Juan Chamula… ay ¡San Juan Chamula! Pidiendo permiso y pagando una pequeña cuota, puedes pasar a su templo. ¡Prohibido tomar fotografías al interior!, para ellos es una falta de respeto que significa robar el alma y en caso de hacerlo, podría ser sujeto a ser encarcelado, como parte de sus reglas. Por dentro descubrirás muchas de las tradiciones del lugar como el hecho de que no hay altar; sus santos, a pesar de ser parecidos a los de la religión católica, cuentan con espejos donde las personas pueden hacer una auto confesión con el Santo de su preferencia. No hay bancas, la gente se sienta en el piso rodeado de varas de pino seco y encontrarás una gran cantidad de velas por todos lados e incluso gente que puede ofrecer gallinas en sacrificio. Los refrescos y el aguaras juegan un papel importante en sus ritos, como forma de sacar los pecados. Toda una experiencia.
Por ahí cerca, también están las Grutas de Rancho Nuevo y Arcotete. Si lo tuyo son las zonas arqueológicas, hacia el norte, más o menos 6 horas, ya más pegado a Tabasco, esta Palenque y Bonampak. Siguiendo por la línea de los paisajes naturales, hay más opciones: al sur, ya casi pegado con Guatemala, puedes visitar la Cascada del Chifón, para ver el Velo de Novia, la segunda cascada más alta de México y las Lagunas de Montebello, ¡HER-MO-SAS!, estos son tours de todo el día, que puedes tomar fácilmente con agencias desde Tuxtla o San Cristóbal.
Bastante ¿verdad?… Un destino ideal para tus próximos planes.
¿Te gustó esta nota? Califícala
Alejandro Dumas 241 / Col. Polanco-Reforma / CP. 11550 / CDMX. / Teléfono: 9126 2222
© Todos los Derechos Reservados de Media Marketing Knowledge Group www.mmkgroup.com.mx
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético.