La alimentación que de verdad importa

Cuando se trata de estar bien por dentro y por fuera, no solo la comida es importante.

Queremos confiar, queremos ser guiados y ¿qué pasa? Acabamos peor de lo que estábamos antes de ver entrevistas o leer artículos, porque siempre reina la confusión.

Una mente confundida JAMÁS TOMA ACCIÓN -> NUGGET DE SABIDURÍA

Pasa que, escuchamos a un experto y empezamos al siguiente día esa nueva dieta, o seguir al pie de la letra los consejos. Muy contento empiezas, y al poco tiempo te das cuenta que no importa qué dieta sea, simplemente no la puedes cumplir y tampoco te lleva al cuerpo de tus sueños.

Esta manera de vivir crea culpa porque rompes la dieta, frustración porque no sientes que puedes obtener lo que quieres y rompe tu autoestima porque no sientes que tienes la suficiente fuerza de voluntad para aguantar un régimen así de estricto.

Entonces cambias de dieta y juras que AHORA SÍ, es el método ideal para ti y bajar de peso, pero… otra vez te encuentras en el mismo lugar de antes, es el ciclo de dietas interminables.

Y así estamos, de dieta en dieta, de experto en experto. Subiendo y bajando de peso, emocionados con una nueva dieta y desilusionados rápido cuando acabamos igualmente insatisfechos.

Da igual la dieta que elijas, nada tendrá resultado si no viene acompañada de una relación interna con la comida LIBRE.

Da igual lo que comas, si lo haces desde un espacio energético de amor. Porque cuando haces del amor tu dieta principal en automático tus elecciones alimenticias estarán naturalmente en alineación con tus objetivos.

Las dietas crean resistencia, el amor la libera -> Nugget de Sabiduría

Sin resistencia tienes el camino libre para lograr todo lo que quieras. Vivimos en un mundo que nos dice cómo comer basado en el miedo, el control y la restricción.

Es un juego muy peligroso. Uno que te puede llevar a la obsesión, depresión, ansiedad y por supuesto enfermedad.

Pero hay una dieta, una que sí es posible para todos y la que más te recomiendo: La dieta mental:

De acuerdo a un curso de milagros lo único real en este mundo es el amor. Todo lo demás son recursos de aprendizaje. Partiendo de este punto de vista la única dieta que realmente importa y a la cual deberíamos de someternos todos los días vigilando diligentemente, es la alimentación que le das a tu mente.

La dieta mental consiste en:

– Estar en restricción de pensamientos tóxicos (todos los que hacen que tengas miedo)
– Estar a dieta de juzgarte a ti misma
– Prohibido atacarte a ti misma o atacar tu cuerpo cuando te ves al espejo (estos ingredientes mentales engordan muchísimo)
– Liberar a la gente a tu alrededor
– Low judgment contigo misma. Si te equivocas, amorosamente corriges. No te castigas mentalmente por el error y mucho menos te autocastigas.

Esa es la única dieta por la que vale “morir”. Porque de tu salud mental (pensando con base al amor) depende todo. La única situación es que antes de entrar a esa dieta tienes que poder ver los ingredientes (pensamientos) engordadores y tóxicos en ti.

Solo podemos cambiar aquellos que podemos ver. Esto es traer la sombra a la luz.

Un experimento del alma:
En los momentos que sientas ansiedad y miedo, esos momentos que quieres comerte la dona, la galleta y el pastel ESCRIBE.

Responde a estas preguntas:

– ¿Qué estoy pensando en este momento que me siento ansiosa?
– ¿Qué historia me acabo de contar con respecto a lo que acaba de pasar?

Contestando estas preguntas empezarás a saber lo que realmente está en tu mente. Tus pensamientos dictan tus emociones y tus emociones tu conducta -> Nugget de Sabiduría

– ¿Quieres sanar un comportamiento? Trabaja con tu mente
– ¿Quieres bajar de peso? Trabaja con tu mente, no con la comida

Todo lo que está afuera de ti no tiene poder en lo absoluto. Mas ese que tu elijas darle.

Haz un compromiso contigo y a partir de hoy elige la dieta mental.

Y si quieres una guía mas especifica que te ayude a VER esta voz mental que te sabotea ven aquí: regalo.coralmujaes.com y suscríbete para enviarte mi guía gratuita.

¿Te gustó esta nota? Califícala