Encuentra la belleza en la imperfección

A lo largo de la historia la cultura japonesa nos ha dado grandes lecciones, una de las más importantes ha sido olvidar esa idea de querer encontrar la perfección.

El Wabi-Sabi es una parte fundamental de la estética japonesa, se traduce en disfrutar de lo imperfecto y estas son sus tres ideas básicas:

• Nada es perfecto.
• Nada es permanente
• Nada está completo.

Wabi-Sabi es un término que se originó en el taoísmo durante la dinastía Song en China (960 -1279) y luego se transmitió al budismo zen.

Wabi significa armonía y equilibrio y Sabi, que es lo decadente, lo degradado, oxidado, y juntos hacen referencia a la belleza de lo imperfecto, de lo defectuoso o lo inacabado.

Es el arte de aceptar y de abrazar las cosas desgastadas, con abolladuras y deshilachadas, esto es aplica en una taza abollada, hasta cualquier “defecto”, y permitirnos mostrar nuestra parte más vulnerable que rompe con las ideas de belleza y simetría que creemos correctas. 

El Kintsugi, forma parte también de esta cultura, que es el arte de reparar la cerámica rota con oro o laca. Este proceso resalta, en lugar de ocultar, las grietas, lo que les permite convertirse piezas únicas, haciendo referencia a esa frase de Rumi que dice “La herida es el lugar por donde entra la luz”.