Amor y parejas
Por: Berenice Villatoro
Antes de probar qué tan compatibles son, tienes que saber que las personas opuestas se atraen, pero no siempre funciona
Imaginar a una persona que sea más deportista que tú y te ayude a activarte sólo porque es tu pareja, es algo salido de una película. Aunque sí, las personas opuestas se atraen, esto no necesariamente funciona, porque los problemas podrían estar a nada.
Según Chris González, terapeuta, profesor y director fundador del programa de maestría en Terapia Matrimonial y Familiar de la Universidad de Lipscomb en Nashville, esta atracción ocurre en los inicios de la relación.
“La novedad es una parte fundamental del atractivo de ‘los polos opuestos se atraen’. Es como decir: ‘Hay algo en ti que no veo en mí, y eso es lo que hace que esta dinámica sea tan desconocida y a la vez tan electrizante’”, explica.
Aunque esta chispa es muy poderosa, no es realmente algo que funcione con el paso del tiempo, sobre todo si no existe ninguna compatibilidad en lo que de verdad importa.
Si eres alguien que ama estar en la naturaleza y tu pareja en casa, puede funcionar si a ambos les gusta, por ejemplo, el mismo equipo de la NFL, o si ambos son cristianos o tienen un entendimiento similar de lo que es la familia.
Puede ser que no te guste la cebolla, pero que el ahorro sea algo que tienen en común, y eso siempre va a funcionar. La esencia es todo para que algo jale o de plano no.
“Hay una diferencia entre la atracción, esa chispa inicial, y la compatibilidad, que se refiere a si la relación está construida para durar”, indica González.
También lee: 10 características de las relaciones de pareja sanas
Existen algunas preguntas que pueden hacerse para saber si tienen cosas en común, incluso si en todo lo demás son diferentes.
¿Compartimos los mismos valores fundamentales?
¿Son nuestros objetivos a largo plazo similares?
¿Podemos comunicarnos eficazmente?
¿Podemos resolver los conflictos de una manera sana y constructiva?
¿Están ambos dispuestos a aceptar las diferencias del otro?
Una pareja que no es tan compatible en papel puede lograr que la relación funcione si ambos están dispuestos a ponerle corazón, comunicación y mucha empatía.
Porque sí, tener gustos distintos o formas diferentes de ver la vida no es una sentencia de fracaso si hay respeto, ganas de entender al otro y acuerdos claros.
La clave está en dejar de querer cambiar al otro y empezar a construir un punto medio donde ambos se sientan vistos y valorados. No se trata de ser iguales, sino de aprender a bailar con los ritmos del otro sin pisarse los pies todo el tiempo.
También lee:
Por: Berenice Villatoro