No bastan parejas buenas o malas, inocentes o culpables, hace falta buen amor
Necesitamos el roce, el calor y por eso vamos tras una pareja, porque somos seres vinculares, empáticos, amorosos, generosos y necesitados al mismo tiempo, de manera que solemos vivir en un estado de carencia y de falta y a la vez de luz y abundancia.
Necesitamos encontrar plenitud en nuestras relaciones y calmar nuestra sed de dar y recibir amor. Esto nos permite trascender el yo: pasar al NOSOTROS, a la unión.
1. Que sea fácil, que fluya sin demasiado esfuerzo
Las cosas tienen que ser cómodas que no tengamos que malgastar grandes cantidades de energía en emociones, ni se nos obligue a luchar contra éstas.
2. Que se trate de dos naturalezas no demasiado incompatibles, no demasiado diferentes
Que la comprensión del otro no esté más allá de nuestras capacidades. No siempre es imposible salvar las diferencias, pero sí es imprescindible concienciarlas y afrontarlas para gestionarlas bien.
3. Que los miembros de la pareja sean verdaderos compañeros
Que se sientan acompañados, ya que también, él otro es tu amigo y la amistad no se desgasta con el curso de los años. La relación de pareja, también es una relación de acompañamiento en un camino común.
4. Tener fe y confianza plena en el otro
Que no sea necesario temer, desconfiar o protegerse.
5. El deseo espontáneo de que el otro esté bien
El deseo de que esté bien por encima de nuestros miedos o carencias. Es ver al otro con la inteligencia del corazón y no solo a través de nuestras proyecciones y anhelos.
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