Ayuda, ¡mi date me invitó a su cena Navideña!

Aunque el dating suele ser un juego de tiempo y paciencia, también hay a quienes les gusta pasar de 0 a 100 en un solo momento. Por ejemplo, ese date que después de apenas unas cuantas citas, animado por el espíritu navideño, deja caer sobre ti un enorme dilema existencial con una sola frase: “¿Quieres venir a la cena de Navidad en mi casa?”

“Un estudio internacional encontró que la temporada de fiestas produce una sensación de calma y alegría, lo que también despierta un ‘mood amoroso”, explica Rocío Cardosa, project manager de AdoptaUnChico. “Este velo festivo (y quizá un poco el frío) no solo puede fácilmente llevarte al contacto físico, sino a tener una percepción alterada de tus relaciones. En otras palabras, las fiestas nos hacen sentir que todo es miel sobre hojuelas”, agregó.

De acuerdo con el escenario que mejor aplique a tu caso actual, estas son algunas ideas que te ayudarán a decidir qué hacer ante este predicamento.

Si aún no rechazas/aceptas la invitación

El debate está entre sentirte “obligada” a aceptar o muy “mala” por rechazarlo. La realidad es que bajo ningún concepto o circunstancia está bien que te sientas orillada o comprometida a acceder a algo que no quieres hacer. Si no estás lista, no tienes ninguna obligación de aceptar la invitación. Al tratarse de una relación que apenas empieza, es muy importante que seas clara con lo que piensas y sientes. Si él está “listo” para llevarte con su familia, evalúa si estás en el mismo punto y hazle saber que este tipo de cosas, definitivamente, no deben apresurarse.

Dijiste que sí a la cena familiar

Si todo lo explicado en el punto anterior no pasó por tu cabeza y aceptaste ir a la cena a pesar de no sentirte lista, aún tienes opciones para lidiar con los nervios. Si accediste porque era probable que pasaras las fiestas sola y preferiste ir con tu date y su familia a quedarte sin festejar, puedes ser muy honesta con él. Platícalo y dile que te sientes insegura al llegar como “su novia” o “su pareja” y prefieres ir como su “amiga”. Probablemente para su familia signifique de todos modos que hay algo entre ustedes, pero sentirás menos presión respecto al estatus de su relación y podrás concentrarte en pasar un buen rato. Por otro lado, si no dejas de sentirte nerviosa o presionada, la mejor alternativa es ser sincera: comenta con tu date que cambiaste de opinión. Si tienen futuro, él lo entenderá.

Lo bateaste, ¿ahora qué?

Si desde el principio decidiste que solo unas cuantas citas no te preparan para conocer a su familia y  ser esa “chica random” que arruina las fotos familiares, no tienes porqué sentirte culpable o apenada con tu date. Una cena familiar es un momento íntimo (y muy esperado por muchos, en especial en un año como este) y no todos están listos para dar un salto tan rápido en poco tiempo. Si tu date reacciona negativamente o responde ofendido, tienes una buena señal de que tal vez las cosas no lleguen muy lejos. En cualquier escenario y en cualquier etapa de toda relación (incluso una que solo lleva unas cuantas citas) es importante que sepas comunicarte y que no tomes decisiones mientras te sientes presionada por alguien más. 

Finalmente, en estos tiempos de pandemia, también vale la pena tomar en cuenta las medidas de sana distancia. Se vale optar por quedarte en casa y, si vas a reuniones, asegúrate de que no sean muy numerosas.

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